jueves, 14 de julio de 2011

Movimiento Revolucionario en Rivas. Parte VII

Por: Rafael Casanova Fuertes

Una necesaria aclaración

Desde los inicios de la exposición de estas vivencias, tuvimos como meta realizar una descripción que siguiera un orden cronológico, pero en algunos casos como es notorio se han hecho avances y aclaraciones. Las mismas se han hecho, respondiendo a situaciones muy particulares, como las realizadas en las partes V y VI, la primera, para aclarar aspectos relacionados con la reunión del Frente Sur en julio de 2009, que implicó aclarar sucesos entre los años de 1974 - 1979 y la VI orientada especialmente al centenario del Instituto Nacional Rosendo López que como vimos remarcó hechos de 1974 vinculados al movimiento estudiantil del INRL. En esta entrega vamos a tratar de retomar el orden cronológico de los comienzos, dándole continuidad al año de 1972, porque como debe de recordarse hasta la cuarta entrega estábamos en el año de 1971.

Finalmente queremos aclararle a algunas personas que se nos han acercado para reclamarnos el por qué no se menciona a ciertas personas que figuraron entre los años de 1978 y 1979. Les recuerdo que este es un relato testimonial de las andanzas revolucionarias de un grupo de noveles revolucionarios entre los años de 1970 y 1979. Los años de 1970 hasta enero de 1978 fueron de integración selectiva y de este lapso hasta julio de 1979 fue la integración masiva. Algunos de participación reciente se sorprenden al ver que figuraron en esta época personas que posteriormente y hasta ahora tienen una posición totalmente opuesta la Revolución. A su vez hubo personas que no participaron de estos procesos y ahora están de lado de la fuerza política gestora de la revolución de 1979. Para estar claros de estas situaciones hemos de remitirnos a la dialéctica en la que se explica de que ningún proceso es lineal y las formas de pensar y actuar de los humanos también están sujetas a cambios, en dependencia de los factores que influyen en el entorno. Quienes lean con atención se darán cuenta, de que en el mismo autor de este trabajo se expresan estos cambios primero tratando de fundar el FER en una primera etapa después como parte de JSN y finalmente en el FSLN.

La Responsabilidad de Seccional Departamental en 1972.

La Conferencia de Erwin Izabá.

En uno de los últimos días de diciembre de 1971 se me envía un mensaje a través de Pedro Rojas de que me ubique en la entrada de la Carrilera sobre la Calle de “El Palenque a las 9.00 a.m. Pero yo tuve no se que atraso y llegué 10 minutos después, esperé, consciente en el punto hasta marcharme a las 10.00. A los pocos días un sábado, allá por uno de los salones de la Calle Real de La Puebla, se me acercó Ramón Chavarría y me dijo, que porque no llegué a la reunión, yo le expliqué que no pude llegar a las 9.00, pero pensé que alguien me iba ir a buscar. Él me dice entonces es que eso no se podía porque la reunión fue en las afueras de la ciudad (que después supe que era en “La Chocolata”) y me explicó que estuvo muy buena que consistió en una reunión ampliada sobre el aniversario del triunfo de la Revolución Cubana y que el conferencista central fue Ervin Izabá.

Como yo me había perdido unos días en diciembre el me convoca a una reunión para que arranquemos el año con mas organización en lo interno. Porque hay que reconocer que JSN. En 1972 se hacen unos reordenamientos que provenían de la necesidad de consolidar la organización. Desde del año anterior se dio gran beligerancia por parte de Isabel Ruiz quien fue nombrada por el Partido como la jefe del Seccional Departamental de Rivas. Hasta los primeros meses de este año se mantuvo el número de catorce miembros. Se mantuvo la beligerancia de “Cigarrito”, de Carlos Molina Segundo Cerda, Migdonio, Carlos Jácamo, y empieza a participar Arceyut, etc. Participamos en actividades como la tradicional celebración del primero de mayo por parte de los sindicatos, la formación de los Comités de Defensa Popular en los barrios, etc.

El Movimiento de Acción Popular (MAP)

En un día que podría ser el mes de junio de ese año, si no me equivoco una tardecita me llamó Leovigildo allá por el parque “Carazo” él estaba con un grupo de amigos en una de las bancas de cemento y separó del grupo, se acercó a mí y me dijo que estuviera en una parte en una de las esquinas, allí por la “Casa del Obrero” para ir a una reunión. Como yo ya estaba en el Seccional le pregunté de que se trataba, él me dijo que esta reunión tenía que ver con el Partido. Yo le dije que allí iba estar, pero al día siguiente fui a la oficina de “La Católica” y le pregunto a la Isabel si sabía de una reunión convocada por el Partido en esos días. Ella me responde que no cuando yo le digo que Leo me había invitado ella me responde: “ya me di cuenta que están reuniendo aparte. Por allí andan Leo, Cigarrito y otros convocando a reuniones están hablando de un congreso estudiantil que van a montar en Managua, el partido nada tiene que ver en eso, hay que tener mucho cuidado con ellos yo ya consulté con Managua ya me dijeron que ni siquiera es el Frente, sino que es un grupo que se hace llamar Movimiento de Acción Popular (MAP) que lo dirigen expulsos del Frente.

Lucha armada versus organización de las masas.

A los días me sale Leo reclamando que me estuvo esperando y que no llegué. Yo le hice comentarios de mi entrevista con la Isabel. Entonces el me habló ya de su distanciamiento del Partido y que en verdad ellos estaban creando una nueva organización que estaba con la línea del FSLN, me dijo que en verdad era el MAP, pero que este era una especie de frente legal del FSLN, para hacer trabajo político abierto. Allí tuvimos una discusión sobre la diferencia de algunas aspectos, que incluso en años anteriores el mismo y otros compañeros me habían inculcado, porque como he explicado en otras partes cuando entré, yo iba todo debocado a ver donde se estaban volando tiros. Esto no se detuvo en esta conversación. En los días que siguieron, me encontré varias veces con otros compañeros que habíamos estado juntos como Sergio Hernández, Ramón Chavarría, Ramón González, Migdonio Vargas, ellos tratando de convencerme de que dejara la Juventud y al Partido y que me fuera con ellos y yo sosteniendo que teníamos que hacer la lucha dentro del Partido, adquirir mas niveles de conciencia y organizar a otros compañeros para que estuviéramos mas personas listas a empuñar el fusil cuando las condiciones estuvieran dadas.

Ellos me alegaban que esa idea la mantenía el Partido para atraer a los jóvenes, pero que ya habían renunciado hacía mucho tiempo a la lucha armada. Yo les argumentaba que era cierto que en el Partido había personas que cabían dentro de estas críticas, que habían encontrado una suerte de forma de vida y no estaban interesados en confrontar seriamente al sistema, que estos eran los acomodados, reformistas, pacifistas. Pero que esta afirmación no podía generalizarse a todo el Partido, porque a ellos les constaba que había compañeros de la JSN y del Partido como Porfirio García y Rubén Jiménez, (miembros del Secretariado Ejecutivo Nacional de JSN) que nos reiteraban que la única forma de botar a la Dictadura era la lucha armada, pero que había que preparar bien las condiciones objetivas y subjetivas para que el movimiento armado no se convirtiera en la lucha de un pequeño grupo, sino que en la lucha guerrillera en la que participaran las masas y que debería de desembocar en una insurrección popular.. En las discusiones se avanzó muy poco, ellos iban más por el camino de plantear términos ofensivos hacia el Partido, sin muchos argumentos solo decir cosas de que el Partido no planteaba la lucha armada y colocar epítetos a los dirigentes y militantes del Partido.

Los problemas ideológicos

En distintas ocasiones les manifesté la necesidad de que se prepararan ideológicamente, porque en algunos aspectos, a algunos de ellos se les salían algunos prejuicios anticomunistas no superados de la “Guerra Fría”, ataques a la URSS y el Campo Socialista. A esto se les sumó la visión que empezaron a manifestar los militantes del MAP organización que asumiría abiertamente una posición maoísta y consideraban como un enemigo estratégico a la Unión Soviética al igual que los Estados Unidos, esto les creó una óptica, una entremezcla, mucho más confusa. Yo les manifesté que Lenin afirmaba en uno de sus planteamientos que las posiciones de ultraizquierda se podían tornar con el tiempo en derechistas, sino se atendía la formación ideológica de la forma debida. Tampoco nosotros estábamos en el clímax de nuestro desarrollo político y madurez político-ideológica, estábamos lejos. Pero ya leíamos La lucha de clases en Francia; El ultraizquierdismo la enfermedad infantil del comunismo y otros contenidos.

Poco a poco venimos perdiendo el miedo de hablar en público, la consolidación de nuestras posiciones ideológicas y las contraponíamos con seguridad ante ellos. La experiencia de atender con la debida paciencia y perseverancia los círculos de estudio teóricos impartidos una vez a la semana con los camaradas del Partido, la lectura individual de los materiales, vino con el tiempo dando sus resultados. Con el tiempo les di la razón en ciertos aspectos cuando ya algunos de ellos se habían retirado del Frente y entre 1976 comenzamos a dar la batalla dentro de las filas del PSN, en estos años las posiciones revolucionarias nuestras, exigieron un cambio en el estilo y forma de conducir el Partido por Luis Sanchez Sancho y su grupo. Esta situación que retomaré mas adelante nos convenció deque en verdad esta dirección no pretendía en el fondo realizar una revolución en Nicaragua, sino seguir coexistiendo con el sistema, pero los hechos demostraron que esta crítica no era aplicable y fue injusta al endosársela a la mayoría del Partido. La misma mayoría que rompió con estas posiciones claudicantes de forma definitiva en 1977 y bajo una nueva dirección en medio de grandes dificultades aportó de forma efectiva entre 1978 y 1979 a la derrota definitiva del somocismo.


Socialistas –Pacifistas Armados en 1978-1979.

Este estado de cosas nos llevó por esos años, a una situación paradójica donde compañeros caracterizados por su radicalismo, no estuvieron en jornadas tan decisivas de esos años, mientras que los compañeros señalados como socialistas, pacifistas o reformistas, anduvieron con el fusil en la mano, enfrentándose a la dictadura en los frentes guerrilleros o en la lucha clandestina. Porque nuestra Fracción Socialista empezó a participar en la lucha armada con la Organización Militar del Pueblo (OMP), brazo armado del Partido o en el Frente Sandinista, estos procesos de preparación militar, coordinación de actividades con el FSLN, implicó que algunos compañeros como Ricardo Espinosa y José Angel Hernandez quedaron combatiendo en las estructuras del Frente y la mayoría en la OMP

No confundir esta situación de 1971-1975 con la de los años posteriores, en que la nueva generación de sandinistas, entre 1977-1979, (entre quienes se encontraban: Guillermo Adolfo Ruiz y los hermanos Mendoza Pizarro) en circunstancias distintas, tuvieron excelentes relaciones con nosotros. Lo primero no lo digo con ningún afán destructivo, porque en nuestras filas, también se produjeron deserciones sensibles. Todo lo contrario, lo digo con cierta pesadumbre, porque solo basta imaginarse en términos hipotéticos, si hubiera sido lo mismo entenderse y realizar actividades en conjunto con compañeros experimentados de esta generación, que con los nuevos cuadros. Creo que nuestra labor hubiera sido mucho más efectiva contra el sistema, con ellos, pero las cosas no fueron así, porque ellos se retiraron. Quiero imaginarme también, si las máximas responsabilidades políticas tras el triunfo revolucionario en el Departamento hubiera recaído en compañeros con experiencia y autoridad moral, sino por el contrario, las circunstancias implicaron entre otras razones que las asumieran hasta personas ajenas al Departamento y la experiencia acumulada en años anteriores, se perdió. Esto como se conoce, tuvo grandes costos políticos para el proceso revolucionario de los años ochenta.

La reorganización del Seccional

Al darse esta situación, se tomó la decisión en una reunión, de no volver a reunirse con los mencionados; pero además la de promover a los candidatos que teníamos hasta ese momento para militantes: Chico Ruiz, Bruno Rivera, José Angel Hernández, Abraham Canales, Cesar Gomez Araica, a esta promoción no llegó un candidato que tenía Arceyut. Del Partido nos llegaron dos candidatos: Agapito Fajardo y José Benito Rivera, pero este último no se integró, porque finalmente decidió quedarse con el Partido, hasta diciembre de ese año nos acompañó Carmen Ruiz, pero al concluir sus estudios se marchó de Rivas y quedó participando esporádicamente, sin compromisos disciplinarios. A ellos los introducimos y le explicamos entre otros procedimientos la necesidad de la disciplina organizativa, la formación teórica, el dominio de los estatutos, de la línea política del Partido. Con Bruno Rivera nos ligaba el hecho de ser compañeros de estudios en la misma, llegó Armengol Ruiz Norori hijo natural de Don Rodolfo Ruiz, quien también era compañero de aula. Entre los dos “le echamos la vaca” a Evaristo Hernández Cortez quien llegó a ciertas reuniones y nos apoyó en ciertas actividades en el Instituto y a la formación del Comité Departamental de Defensa Popular, Armengol también llevó a algunas de estas actividades abiertas a su amigo Marcelino Mayorga, de oficio tapicero. A algunas reuniones, llevados por Carlos Jácamo Jiménez, llegaron Alejandro Ibarra y José Alcocer de La Chocolata, pero no prosperaron en la disciplina y quedaron como amigos y colaboradores.

Con los nuevos militantes nos fuimos en el mes de julio a bañar de pintas las paredes de la ciudad por la noche y por el día amaneció todo Rivas con el: “Vivan los mártires de julio”. Días después entregamos papeletas por debajo de las puertas anunciando nuestra existencia, a los pocos días bañamos de nuevo las paredes con un afiche que decía: ¡Joven Afíliate a JSN! Este estaba acompañado de los elementos simbólicos de la organización que consistía en una estrella roja con un puño en cerrado en la parte media de su interior. Ese día me tocó de compañero Pedro Rojas, con Pedro tuve algunos inconvenientes sobre como pegar los afiches él me insistía que era en la puerta de las casas y yo recordaba que mi responsable había dicho que en las paredes, al final hubo unos que se pegaron en las paredes y otros en las puertas de las casas.

La salida de Isabel y la jefatura del Seccional.

En agosto de este año Isabel me informa de su próxima salida al exterior a realizar estudios superiores en el Campo Socialista y que su salida iba a ser si no habían inconvenientes en los primeros días de septiembre, me habló también de que dado que también Carlos Molina se iba a marchar de forma definitiva para Managua; que ella le había dicho al Ejecutivo Nacional de que mi persona era la indicada para que asumiera la responsabilidad del Seccional Departamental pero que además habían observado al resto de compañeros y que habían coincidido, que a quien le habían visto mas desarrollo político y disciplina era a mí. Yo no me sentí bien porque entendía que era una responsabilidad muy grande y así se lo hice saber a ella. Me contestó entre otras cosas que la división nos había afectado, que en verdad había gente de más edad y experiencia que yo, como González, como Leo, pero que era imposible que retornaran a la organización. En ese tiempo no se hablaba de cuadros políticos pero yo sentía que esa camisa era muy grande porque no me consideraba un cuadro con suficiente capacidad para asumir esa responsabilidad, si bien tenía dos años de pertenecer a la organización, no había cumplido los 17 años de edad. Además me informó de prepararme para una Conferencia Juvenil que era como se llamaba a los plenarios nacionales de la organización y que esta se iba a desarrollar en Managua después de su salida. También me informó que Rubén Jiménez se iba a reunir conmigo para ponerme al tanto de las cosas.

La salida de Isabel, se produjo de manera discreta. El viaje se daba en escala, pasando por terceros países hasta llegar a Alemania Democrática. Pasado ciertos días, yo le informé al resto de compañeros de forma oficial de su salida, aunque era evidente que Chico su hermano lo supiera primero que todos. No habían pasado unos días cuando se dio la salida secreta de Miguel Bejarano el Jefe del Seccional Partidario y encargado del Frente Sindical, a mi me lo informó Miguel Somarriba oficialmente días después de que su salida a la Escuela Superior de Cuadros del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) en Moscú a realizar un curso de formación política y que su retorno al país también sería de incógnito en los meses siguientes. Me recomendó no revelarle esto a los demás compañeros, era un secreto partidario y así lo hice.

Los Migueles dirigentes: Bejarano y Somarriba

La importancia que le damos a la salida de estos compañeros se debe entre otras razones a que fue un periodo en que quedaba debilitada la organización. Se iba la jefa del seccional juvenil y por un año el responsable partidario departamental quien era a su vez el encargado de atender a la juventud, además del frente de masas. Miguel Bejarano tuvo desde su integración una influencia carismática, heredada del dirigente Manuel Domínguez quien había sido el fundador del Partido en la localidad. Miguel reunía entre sus cualidades la seriedad y entusiasmo para el cumplimiento de las tareas asignadas pero además su carácter jovial de suma importancia para comunicarse con los jóvenes, esto no negaba en lo absoluto la importancia y entrega que tenían otros compañeros como Miguel Somarriba. La Juventud por su parte quedaba debilitada con el desprendimiento de la mitad de sus miembros, entre ellos gente con experiencia y carisma, la deserción espontánea de otros. En estas circunstancias fue que me tocó asumir la Responsabilidad del Seccional Departamental.

Consciente de mis preocupaciones, Miguelito Somarriba me dijo algo que hasta tiempo después comprendería, esa noche hicimos un recorrido por las calles benditas de Rivas, él un hombre muy vigilado, simulando que llevaba a un cliente, dentro de su taxi. Entre otras cosas me dijo: que me metiera a trabajar de lleno en la organización, que recordara lo de las charlas sobre la dialéctica materialista, en particular aquello de que nada es estático que lo de mi juventud lo viera como una ventaja que el tiempo y mi participación me darían la experiencia necesaria para convertirme en dirigente, nada es estático -me decía con énfasis- todo se transforma constantemente y el joven novato que estoy viendo ahora, mañana lo veré convertido en dirigente. Se aprende sobre la base de la experiencia a fuerza de equivocarse, evaluar y corregir los errores así ha sido la historia de la humanidad, así es también la historia del movimiento revolucionario. Sin caer en la desesperación y la impaciencia, lo poco que uno va conociendo lo va trasmitiendo porque tenemos que multiplicarnos, solo así haremos mas corto y menos sacrificado la toma del poder político por la clase obrera. Insistía mientras señalaba a tres personas que iban a pie: mirá por ejemplo, allí van esos tres jóvenes, de esos tres, vamos a tratar de convencerlos a todos pero a la vuelta de un año nos vamos a dar cuenta que solo logramos captar a uno ¿pero fue inútil el trabajo con los otros dos?. Pues no, a estos se le crearon dudas sobre nuestros planteamientos, ya no se identifican plenamente con el sistema capitalista. Y por que no pensar que uno de ellos dentro de estas dudas ya no nos va a denunciar, es decir, que sin tenerlo específicamente en nuestras filas lo tenemos de nuestro lado. Y porque no pensar también de al momento de que las contradicciones estén al máximo se va a integrar de lleno los otros dos.

El terremoto de Managua de 1972, las deserciones y la reorganización en 1973.

Por esos días ya funcionando como jefe del Seccional procedimos a reorganizar nuestras fuerzas en medio de tratar de enfilar en la disciplina a los nuevos elementos y a la vez procedemos a seguir cumpliendo con las actividades y demás obligaciones partidarias. Juan Arceyut dejó de asistir repentinamente a las reuniones, allá a los días me lo encuentro, me dice que ha estado muy ocupado por razones laborales, él se dedicaba a la venta de productos como abonos, insecticidas al menudeo y dice que se está lanzando a los municipios, como no le vi mucha disposición le recomendé que se tomara su tiempo y que cuando resolviera sus problemas nos buscara. Carlos Lara asumió la dirección de los círculos de estudio en algunas actividades continúa participando Agapito Fajardo. El núcleo fundamental lo siguió constituyendo Chico Ruiz, Segundo Cerda Carlos Jácamo y quien escribe. A fines del año se nos integró Luis Ocampo Rojas “Gallinazo”
Empezaron a tener problemas de disciplina Bruno Rivera Araica y Cesar Gómez Araica, en ello implicó primero la influencia de Armengol, quien empezó a manifestar su desacuerdo con ciertas cuestiones de la organización y empieza a generalizar sus propios desacuerdos con ellos, después entendimos que estaba buscando como justificar su retirada, un buen día dejó de asistir a las reuniones. Se fue así, sin más, como se retiraban algunos compañeros que miraban el camino de la victoria ni siquiera como algo muy largo, sino que como una utopía imposible de lograr. Pero con Bruno y Cesar se dio otro hecho de que al darse cuenta de que estaban organizados con nosotros, empezaron a ser trabajados César por Migdonio de quien era compañero de clase y Bruno por Ramón Chavarría, tratando de atraerlos para las posiciones del Frente. En algunas conversaciones con Migdonio y Chavarría se dejó entrever que había algunas filtraciones sobre nuestros movimientos y concluimos que eran Bruno y César, por pura novatada, ellos hicieron algunos comentarios sobre el funcionamiento de la organización, con compañeros que como los mencionados, ya no eran de la organización.

Me tocó hablar a mí con ambos, ellos les planteé que eso no se debía de hacer, porque no solo era violatorio a los estatutos sino a la ética y la seguridad de la organización que tenía -como ellos lo sabían- carácter clandestino. Bruno tomó la palabra, para decirme que el había tomado muy en serio su ingreso a la organización, pero que había cosas que no eran muy serias, que no veía el crecimiento que creía debía tener hasta ahora. Después entre los dos me hablaron de que estaban pensando retirarse, yo les argumenté sobre la necesidad de la crítica y la autocrítica para superar los errores tanto colectivos como individuales, que el movimiento revolucionario no era perfecto, pero que era muy importante que reflexionaran sobre sus fallas y que la organización tenía las puertas abiertas para ellos, que las críticas tenían que hacerse dentro de la organización y que el crecimiento de toda organización revolucionaria era selecto, pero seguro y que habría un momento en que seríamos una fuerza masiva. Días después me dijeron ambos, que iban a seguir, en la organización y volvieron, aunque ya no se les vio, mucho entusiasmo. Bruno estuvo algún tiempo, después estuvo un breve lapso con el Frente pero se retiró, tras un encarcelamiento en 1973, al apoyar una toma de iglesia de los universitarios de Managua. Con ellos seguí siendo amigos, íbamos juntos al Instituto. Ambos siguieron participando en otras actividades de la organización y Cesar se contaría entre los militantes más beligerantes que tuvo el FER en Rivas, después de Migdonio. A lo que se agrega el hecho que de esta generación, fue el único que tomo el fusil entre 1978-1979, con el nombre de Emiliano.

En diciembre de 1972 se produjo el terremoto que destruyó Managua, toda una incertidumbre por los familiares y amigos que vivían en la capital. En enero de 1973, recibimos un mensaje de que nos contactáramos con personas que se habían trasladado temporalmente a Rivas. En la lista no estaba Vicente Maltés Montiel, quien residía con toda su familia, en la cuadra de los Santana, cerca de donde vivían los Rivera, a los pocos días Bruno me informó de su ubicación tras haber conversado con el e identificarse. En una reunión con Rubén Jiménez le hable de que habíamos localizado a Vicente Maltés quien decía ser de la JSN del Seccional de Managua, él comprobó, dijo conocerlo personalmente, lo mandó a traer, yo fui a su casa y lo llevé hasta donde estaba la reunión en casa de Doña Dolores Barrios desde allí empezó a trabajar con nosotros.


Antes de este hecho, se dio la convocatoria por parte del Ejecutivo Nacional para normalizar las actividades de los seccionales y analizar las condiciones político- sociales tras el sismo. En esta reunión, en la que por parte del ejecutivo vino Vladimir (Uriel Galeano) quien se quedó por varios días. Se oficializó la estadía de Luís Ocampo Rojas, de Managua nos llegó Juana Vargas Tejada quien había militado en los años de 1967- 1969 y se había trasladado a Managua. La reunión la hicimos en la casa del papá de Carlos Jácamo. Llegaron los Rivera, Ruiz, “Chango” Hernández,, Segundo Cerda, la “Waica” Canales, a esta reunión ya no llegó y ya no volvería Agapito Fajardo. Se lanzó al béisbol donde tampoco prosperó, después emigró para Costa Rica y hasta mi encuentro casual con él en 1978 me hizo platicó de sus vínculos con la izquierda costarricense desde su llegada en 1973, no manifestando ningún interés por regresar a Nicaragua, ni mucho menos al movimiento revolucionario

No hay comentarios: