lunes, 29 de junio de 2009

La afrodescendencia en el Pacífico de Nicaragua: mitos y realidades.

Es evidente la condición de la Nicaragua actual como país multiétnico. En el territorio habitan desde descendientes de la población autóctona amerindia, criollos blancos, mestizos indohispanos; población negra de origen africano, mulatos y las entremezclas de todos los tipos mencionados. Sin embargo la falta de estudios tanto antropológicos como históricos tiende a generar confusiones y tiene como resultado la ligereza de algunas afirmaciones. Dentro de esta lógica no existe un estudio de las proporciones de cada agrupación y su nivel de mezcolanza, periodo de tiempo en que este proceso se vino configurando, hasta dar como resultado el universo multicultural que hoy ostentamos.

La población en el Pacífico-Centro Norte

Este se puede describir “grosso modo” de la siguiente manera, en el Pacífico- Centro-Norte : una minoría de blancos (principalmente descendientes de españoles), mayoría de mestizos con alta proporción de indígenas, alguna población indígena que se reconoce como pura finalmente una minoría de origen africano y asiático. Estas últimas entremezcladas con las anteriores no llegaron a conservar una cultura propia asimilando la cultura mestiza del indígena y europea. En esta misma dirección es válido anotar que se encuentran fenotipos de distinta tonalidad y forma: desde mestizos que pasan como blancos(en menor grado); en los que se acentúan los rasgos indígenas(la mayoría) y pasan como indios; y los “ni te entiendo” (una proporción considerable) que tienen de todo (blanco, indígena, pringue africano etc.) un poco.

La población en las regiones Atlánticas

En lo que denominamos Regiones Atlánticas por el contrario, la población se divide en etnias que aún conservan puros los rasgos básicos de su cultura original como la población misquita suma, rama y la población criolla negra y mulata de cultura anglófona, aunque es válido hacer la salvedad de que no se puede hablar de pureza de genotipos con respecto a ciertas etnias. Ejemplo en la etnia misquita hay un grupo que se reclama como indios puros y por otro lado los zambos mezcla de indígenas y negros; los que reclaman ser afrodescendientes son también producto de mestizaje de negros con europeos (principalmente ingleses), a lo que se puede agregar la entremezcla de todos incluida la minoría asiática. En esta dirección hay etnias como los mayagnas que reclaman, tanto pureza cultural como étnica.

Las Confusiones

Muy recientemente se dio a conocer por parte del escritor Sergio Ramírez “El Tambor olvidado” el autor presenta distintos aspectos de la cultura negra que según el subyacen en el universo colectivo del Pacífico nicaragüense y que han sido omitidos por los estudiosos. Sin embargo el rescate de esta parte de nuestra cultura no significa que se debe sobre dimensionar sobre la base de especulaciones. Por ejemplo Kühl nos habla de un rápido crecimiento de la población mulata en el siglo XVII que quizás sin pretenderlo da la impresión de que rebasó a las demás etnias. Si bien es cierto la traída da de población negra como mano de obra sustituta de la población indígena a la América colonial fue un hecho histórico indiscutible, esto no fue la misma situación para todas las regiones.

En el área del Caribe español en donde la población indígena fue diezmada en su totalidad se importó mayor cantidad de esclavos constituyendo estos últimos además de la principal fuerza productiva, uno de los principales ingredientes demográficos. Esto se puede observar claramente en los tiempos actuales en las poblaciones de países como Cuba y República Dominicana, además de ello las costumbres e idiosincrasia están profundamente marcadas en lo que se denomina cultura afro-caribeña.

Mas en el caso de otras regiones como Mesoamérica y Sudamérica, la población indígena aunque diezmada siguió siendo mayoritaria por tanto la principal fuerza productiva y como lo reafirma en su estudio Romero Vargas –en el caso de Nicaragua- hasta logró recuperarse del desgaste demográfico durante la dominación española..Por tanto el ingrediente básico del mestizaje va a ser el español y el indígena con predominancia del último por su carácter mayoritario. Lo que es mas, en territorios como Guatemala y Perú se conservaron además de la pureza racial, los rasgos básicos de su cultura como los idiomas nativos.

La población de origen africano no fue mayoritaria en Nicaragua

La traída de población africana a estas regiones -a como lo comprueban la fuentes- se hizo principalmente para realizar de ciertos tipos de actividades entre las que se pueden señalar el procesamiento del añil y labores domésticas, por lo que no se requirió relativamente de grandes cantidades. En el caso del Pacífico de Nicaragua se dio principalmente en el siglo XVIII, y los dos núcleos de población negra esclava se ubicaron en Nandaime, Granada y en El Obraje (Belén) de Rivas. Pero además en buena parte de los casos no se trataba de negros puros, debido que se compraban en Panamá y en Jamaica, es decir, a intermediarios que no traían esclavos (negros y mulatos) propiamente del África sino de las mismas posesiones del Caribe. Otras pequeñas cantidades se distribuyeron en Haciendas y propiedades del Occidente y Las Segovias.

El vínculo directo del hacendado criollo de origen español sobre todo en la actividad doméstica propició el origen de un nuevo híbrido: el mulato quien vino a sumarse al mestizo mayoritario que ya señalamos. Los mulatos y negros en minoría y dispersos no llegaron a constituir núcleos cohesionados aún cuando en algunos tipos de ocupación se les ubicó juntos como fue el caso de las milicias pardas en las fronteras del dominio español. Otro elemento de agrupación fue el de los barrios de mulatos como el San Felipe de León. Es notorio según las fuentes de que la mayoría de los negros y mulatos traídos al territorio venían más varones que mujeres por lo que los mismos se unían a féminas mestizas e indígenas.

Pero aún, estas relaciones estaban restringidas, porque la Corona española dictó disposiciones para impedir el ingreso de mestizos y otros elementos ajenos al mundo de las comunidades. Estas fueron con el objeto de evitar en lo posible uniones maritales (y de hecho) de mestizos blancos y pardos con los indígenas ubicados en pueblos de indios y sometidos al sistema tributario, la mezcla racial como es lógico podía entrar en deterioro del mas importante ingreso de la Corona..

Esta política tuvo los efectos relativamente deseados por sus promotores, porque en una tasación de tributos realizada en los años de 1662 y 1692, se observa que las uniones matrimoniales entre la población indígena era principalmente endogámica y de escasa mezcla con otras razas de un total de 6.314 adultos de ambos sexos de 29 comunidades tan solo se registran 69 matrimonios fuera de las mismas de en proporción estos correspondían 35 mestizos, 24 mulatos 9 negros y 1 zambo. Otro elemento de información es la tesis del Dr. Romero quien asegura que en 1776 los ladinos (incluidos los mulatos) eran el 17% del total de población contra un 78 % de indígenas y un 5 % de blancos, un poco mas hacia acá entre 1810 y 1813 la variación es de un 23 % de ladinos, un72 % de indios y el mismo 5 % de blancos. En 1870 Levy calculó un 55 % de indios un 4.5 % de blancos, un 40% de mestizos y un 4. 5 % de negros. Con independencia de la diferencia de las estimaciones notamos que primero hay coincidencias numéricas y porcentuales que demuestran el peso mayoritario de la cultura mestizo- indígena –española; y segundo que estas valoraciones que son producto de estudios mas serios contrastan totalmente con un informe que ha causado la confusión en algunos escritores, tal como fue el del último gobernador español de Nicaragua, Manuel González Saravia quien en 1820 basado en un calculo -cuyo contenido carece de fundamentos- llegó a estimar que la población mulata del país era de un 87 % Lo cual es totalmente anacrónico y carente de veracidad con respecto a informes, estudios anteriores y posteriores a este año que si están debidamente sustentados.

En síntesis, los mulatos y en minoría los negros estuvieron limitados en torno a mantener las raíces originales del de sus antepasados, primero por la escasa cantidad que fue traída al territorio, a lo que se agrega su dispersión porque que al mezclarse con mestizos e indígenas asumieron la cultura de estos y no pudieron por tanto posibilidades de crear las grandes concentraciones que se dieron en el Caribe. Esta apreciación es evidente en los tiempos actuales, cuando no se observa en lo absoluto ningún indicio de prácticas de origen africano en la danza, los cantos, en el sistema de creencias religiosas, como es el caso de la “santería” ampliamente practicada en las Antillas, ellos (los mulatos) asumieron el universo mágico-religioso del mestizo y del indígena sin mayores aportaciones de su parte. En el léxico tan solo se pueden rescatar algunas denominaciones en la dieta como las palabras “mondongo y pindongo” esta última para designar a un producto del mestizaje indohispano del Pacifico: el nacatamal.

Los viajeros describen los famoso “fandangos” una especie de danza popular, que por la descripción que hacen de sus movimientos y expresiones, posiblemente tenía raíces o entremezclas mulatas, lamentablemente ante la persecución de las autoridades civiles y religiosas, que la consideraban inmoral, este tipo de baile se extinguió en la segunda mitad del siglo XIX..Hay además productos de nuestros platos típicos como el “vaho” que sospechosamente pueden ser de orígenes también mulatos, y mejor dicho mulatas por el involucramiento de algunas féminas mulatas en las labores domésticas en los núcleos productivos señalados, pero hay que someter estas suposiciones a su debida comprobación.

Una de las confusiones que pueden llegar tener a algunos escritores puede ser la denominación muy generalizada de “negro” para designar indistintamente a cualquier persona de color cobrizo y que se aplica aquí en el Pacífico principalmente a los descendientes de la población autóctona, en tanto resulta ser una expresión menos ofensiva que llamarle “indio” o “india” . Por tanto los “cristos negros” que rescata el escritor Sergio Ramírez pueden ser mas mestizos y mas indígenas que mulatos y negros, la denominación mas usual para los que presentan evidentes rasgos africanos ha sido (y es) mas la de “moreno” o “negrito”. Otro hecho que puede llevar a conclusiones erróneas, es, que dada la relación que existió en las actividades domésticas entre amos blancos y esclavas mulatas, facilitó la mezcla entre ellos llegando incluso a darse algunos matrimonios dando origen a descendientes cuarterones que combinaban el color blanco o canelo de su piel con evidentes rasgos negroides.

De allí de que viajeros como Squier notaron rasgos mestizos o “sarracenos” en algunos de los integrantes de familias criollas ricas que pasaban como blancos. Si bien esta práctica pudo haber ocasionado alguna variación genotípica en una parte ínfima del 5 % de los criollos blancos, no se debe de generalizar a la mayoría de la población descendencia indohispana donde el mencionado pringue africano tuvo históricamente la tendencia a ser absorbido.

Conclusiones

1-Hubo presencia de población negra de origen africano durante el periodo colonial pero fue insuficiente como para como para alterar la composición étnica y cultural que existía en el Pacífico – Centro de Nicaragua.

2-La mayor parte de la población siguió siendo indígena y hasta el siglo XIX se siguió identificando como tal hasta la desintegración de la mayoría de las comunidades indígenas a fines del siglo XIX e inicios del XX. En el mismo mestizaje señalan algunos especialistas que el 90% de la población nicaragüense tiene sangre indígena aún cuando pesen en mayor o menor grado otros ingredientes étnicos incluido el pringue africano y la proporción europea.

Bibliografía básica citada y consultada.

*Rafael Casanova Fuertes. Historiador de la Sala de Investigadores de la BBCN.

sábado, 6 de junio de 2009

La persecución al EDSN tras la muerte del Gral. Sandino.


Por : Rafael Casanova Fuertes (*)

Con la retirada de los marines y los acuerdos de paz en febrero de 1933, entre el Gobierno de l Presidente Sacasa y el Gral. Sandino, la naciente Guardia Nacional, imposibilitada de batir a las tropas del EDSN en la guerra antiintervencionista, empezó a elaborar distintos planes para tratar de liquidar físicamente a Sandino y lanzar una ofensiva contra sus fuerzas aprovechando que tras los mencionados pactos, estas quedarían desarmadas. En otras palabras se trataba ejecutar una cobarde ejecución masiva y selectiva, además del asesinato del héroe. En este afán estaban coludidos el Jefe director de la GN Somoza García y el embajador norteamericano Arthur Bliss Blane.

En sus memorias el ex –Teniente I Abelardo Cuadra recuerda que a pocos días de firmado el armisticio en febrero cuando se encontraba de servicio en el Capitán GN Gabriel Castillo le solicitó 15 guardias para aumentar el contingente que atacaría y asesinaría a Sandino en el campamento de Saraguazca, Castillo (quien recibía órdenes inmediatas de Rigoberto Reyes y este a su vez de Somoza) fracasó en su intentona criminal al ser repelido por los custodias del campamento sufriendo numerosas bajas efectivas y el mismo resultó con una herida en el rostro.(1)
En los documentos oficiales de la época (tales como los informes anuales de la Guardia Nacional ubicados la sección de Patrimonio de la Biblioteca del Banco Central) es abundante la descripción sobre las operaciones de la GN contra las fuerzas de Sandino preparadas desde antes del 21 de febrero de 1934. Todo esto en contraste con la posición de los mandos e integrantes del EDSN que respetuosos de los acuerdos aguardaban confiados los resultados de las conversaciones de Managua. Las descripciones, además de acomodadas a la versión de la GN, demuestra que estos desconocieron totalmente los acuerdos del 2 de febrero de 1933 razonaron como que estaban en posición beligerante contra otro ejército, por tanto no iban a permitir el cumplimiento de los acuerdos Sacasa – Sandino realizados en la misma fatídica noche del 21 de febrero.

En el informe de 1933- 1934 narran entre otras cosas las siguientes: el ataque de una patrulla GN en Las Pilas León a un grupo de “bandoleros” el día 8 de febrero de 1934 en este reportan dos bajas sin sufrir ninguna la GN. Es notorio de que esto se dio 13 días antes del 21 de febrero. Pero la operación más connotada y preparada con mucho cuidado y tiempo de antelación fue el ataque a Wiwilí. El 27 de febrero según los mismos informes a las 10.00 p.m., un contingente de centenas de guardias al mando del Coronel Rigoberto Reyes atacó por sorpresa el campamento, informan de 22 muertos de no haber sufrido ninguna baja, sin detallar por supuesto de que la mayoría de las bajas eran mujeres y niños porque salvo el resguardo de 100 hombres armados el resto del campamento eran campesinos desarmados y familiares (niños y mujeres) de los soldados y oficiales del EDSN. Los mismos informes nos hablan claro de esto el 1° de abril tras un combate en Wuina, fueron hechas prisioneras 3 mujeres incluida la esposa del Gral. Umanzor ; en un combate el 10 de abril en Caño Guiso mueren el General sandinista José lagos dos soldados y dos mujeres.(2) Hasta agosto de este año los reportes oficiales GN están llenos de datos de esta labor de “limpieza” en las montañas segovianas.

La contraposición de otras versiones como la del ex GN Edmundo Delgado nos indican que la misma fue hecha al estilo de sus maestros la marinería yanqui, quienes durante la intervención asesinaban indiscriminadamente a los prisioneros sin importarles de que se tratara de mujeres niños etc. En este mismo reporte se dice de que el 1° de mayo de este mismo año iban a recibir las armas que serían entregadas por el coronel Abraham Rivera pero estas en manos de un subordinado, Coronado Maradiaga sirvieron emboscar a la patrulla GN, al mando del Capitán Callejas. La GN al responder el fuego causó dos muertos a los “bandoleros” entre ellos al propio Rivera “la Guardia” como sucedió la mayor parte de las veces “no tuvo bajas”.(3)

El relato de Delgado un implacable perseguidor de la gente de Sandino y que hasta su muerte no dio ninguna muestra de arrepentimiento, es totalmente distinto “Como dos o tres meses después de la muerte de Sandino, cuando apresaron al Coronel Abraham Rivera un pequeño grupo de cómo de seis personas ( a excepción de Rivera, todas mujeres) fue asesinado por la guardia nacionales en un lugar que se llama Playa Hermosa, a la orilla del Río Coco entre Wiwilí y la desembocadura del Río Poteca”. Sigue diciendo en su relato el Ex – GN que en este grupo los guardias se ensañaron con la joven Angelita Gonzáles a quienes ellos, atribuían haber sido la compañera de vida del Gral. Sandino en el campamento de Wiwilí.(Matagalpa1984 p.188).(4)

En síntesis el coronel Rivera quien logra escapar de la celada criminal del 1° de mayo, días después se rinde para proteger la vida de los (las) civiles y confiando quizás en las garantías que exacerbadamente ofrecían los mandos GN –y se jactan de ofrecerlas en los documentos- se entregó pero de todas maneras fue asesinado junto al resto de acompañantes. Igual suerte corrieron en distintas circunstancias sandinistas que estaban alejados del campamento haciendo vida normal con sus familiares o presos arbitrariamente como el caso del General José León Díaz sacado de la cárcel de Ocotal para ser ejecutado en los alrededores de este población ; el Coronel Marcial Rivera muerto en septiembre de 1936 (Informe de la GN de 1936 – 1937). Nunca se supo exactamente la cantidad exacta. incluso hasta los nombres de los victimados en esta cacería criminal que se prolongó hasta la década de 1960. En lo adelante los sobrevivientes del EDSN tuvieron entre sus alternativas: vender cara su vida en caso de ser localizados, retirarse y resguardarse en territorio hondureño o permanecer en lo mas profundo de las zonas montañosas del país como fue el caso de Pedro Altamirano quien permaneció hasta su muerte a traición en 1936 entre Las Segovias y la Costa Atlántica.


Los autores de estos hechos según esta misma fuente el coronel Rigoberto Reyes y el mayor Alberto Baca sobredimensionaron y se jactaron de los crímenes porque así “a la guardia le iban a tener miedo”(Matagalpa, Honduras Industrial. Tegucigalpa 1984 p.261), el tiempo le dio la razón a la afirmación de estos oficiales, porque uno de los mecanismos que sostuvieron al a dictadura somocista fue el terror criminal implantado por la Guardia Nacional desde la noche fatídica del 21 de febrero de 1934 hasta julio de 1979.

En la aclaración de estos hechos es valioso el uso de estas fuentes por su carácter primario siempre y cuando su explotación este sometida a la crítica y su comparación con otros documentos también de carácter primario.

Citas Bibliográficas.
1-(Cuadra, Abelardo Hombre del Caribe. San José C.R. EDUCA,1981 p.96-97).
2- Informe Anual de la Guardia Nacional de Nicaragua. Durante el año fiscal del 1° de octubre de 1933 al 30 de setiembre de 1934.p. 211-212.
3-ibidem p212-213
4- Matagalpa ,Juan (seudónimo de Edmundo Delgado) Sandino .Los Somoza y los Nueve Comandantes. Honduras Industrial S. A.1984 p.188

(*Historiador de la sala de Investigadores de la Biblioteca del Banco Central de Nicaragua



lunes, 1 de junio de 2009

EL MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO EN RIVAS

El Movimiento Revolucionario en Rivas.
Rafael Casanova Fuertes
(Primera de dos partes)

La publicación en el número anterior ( Nº91 ) de un fragmento de “Los Apodos”, un trabajo en proceso de publicación provocó distintas reacciones. Entusiasmo en algunos ex - protagonistas de las luchas sociales que se dieron en los años setenta que nos llamaron para agradecernos el haberlos mencionados por primera vez en un medio de difusión. Hubo también algunos jóvenes que nos expresaron la necesidad de conocer mas sobre hechos que para ellos son desconocidos, en tanto no habían nacido para la época y que algunos de la generación anterior les cuentan solo vaguedades.

Nosotros, no estamos en este momento, en capacidad de satisfacer de forma total esta demanda por distintas razones, el tiempo y el espacio de hecho, nos limitan pero vamos a tratar de presentar algunos aspectos generales de estas vivencias con ella además de dar a conocer a las actuales generaciones queremos hacer un modesto homenaje a todo una serie de luchadores que entregaron su juventud, su energía y hasta su vida por las transformaciones políticas y sociales que demandaba la sociedad en aquellos años. En particular queremos dedicarlo a Carlos Lara Tijerino fallecido hace pocos días. Válido es aclarar, que es la versión unilateral de un participante y testigo de la parte que le tocó vivir, hay otras situaciones y acontecimientos en otras etapas, que deben ser rescatados por otros participantes, a quienes animamos a seguir aclarando esta parte de la historia.

En lo personal quiero dejar claro, que las presentes líneas son tomadas esencialmente de un manuscrito que escribí en 1987. Los motivos que me impulsaron a hacerlo fueron entre otros los siguientes: La muerte violenta de algunos compañeros, que me señalaban tanto mi experiencia profesional, así como el haber tenido algunas responsabilidades políticas en el Departamento de Rivas( en los años setenta), como el indicado para hacer el rescate. Su muerte y algunos riesgos que corrí en la defensa de la Revolución me comprometieron moralmente a realizarlo, y finalmente nos preocupaba no solo el desconocimiento de los hechos sino la tergiversación que consciente e inconscientemente hacían de estos sucesos algunas de las personas que pasaron a ser beligerantes después de 1979 en la localidad. Esto se daba (y se manifiesta aún ) por la inexistencia de una versión escrita de los hechos y los intereses circunstanciales de algunos protagonistas contemporáneos ubicados en distintas opciones políticas.

Mi Integración

La participación de mi tío carnal Francisco Fuertes Olivera en las filas del Frente Sandinista de Liberación Nacional,(FSLN) me sirvió de referente y de ejemplo. Aunque él había participado en la guerrilla de Raití – Bocay en 1963 no es sino hasta en agosto de 1967 en que es detectado por el aparato represivo, se ofrecía recompensa por su captura junto a otros combatientes. Se le acusaba de los asaltos a las sucursales bancarias y de otras acciones en Managua. También hubo otra influencia directa que se dio en el mismo seno de mi hogar, miembros de lo que yo después conocí como el Partido Socialista Nicaragüense llegaban a vender un periódico y conversaban con mi padre sobre temas como el socialismo y la Revolución Cubana. Entre estas personas yo recuerdo a Francisco Álvarez de oficio albañil vecino de La Puebla. En esos años para mí no existía diferencia entre una u otra organización pero como todo niño curioso empecé a encontrar una explicación cada vez mas clara acerca de las contradicciones sociales que no solo observaba en mi entorno sino que también las vivía. En otras palabras el abismo entre el modo de vida de la clase pudiente que habitaba en el centro y las clases populares o laborantes que vivía en los barrios periféricos.