jueves, 20 de mayo de 2010

Tres documentos sobre los intentos separatistas de la Costa Atlántica (1909-1915

Rafael Casanova Fuertes(*)

En el área de patrimonio de la Biblioteca del Banco Central de Nicaragua se localizan algunos documentos que pueden aportar sobre la historia de las regiones del Atlántico del país. Mucho se ha hablado sobre el hecho de que la historia de Nicaragua ha estado sesgada hacia la Región Pacífico-Centro, pero desde los esfuerzos de Gregorio Smutko se han dado pasos sustanciales para incorporar esta parte de la nación a la historia de todo el territorio. En esta dirección, son dignos de mencionar los trabajos de Germán Romero Vargas y de otros estudiosos del Caribe nicaragüense.

En el proceso de revisión que hemos venido realizando en la BBCN encontramos muchos documentos en español y en inglés, que consisten en cartas y en otro tipo de comunicaciones sobre los años 1909 y 1932 (que no están aún clasificados y continúan en proceso de revisión). Los mismos revelan distintos aspectos sobre la política, la economía y la sociedad costeña, y su proyección en el ámbito nacional. Entre éstos, queremos destacar tres documentos que reflejan algunos hechos poco conocidos en el Pacífico, que se refieren no sólo el sentir de los habitantes, sino también los intentos separatistas que se dieron en estos años. Estos documentos son: 1) Traducción (un informe del Cónsul norteamericano en Bluefields al Gobierno norteamericano, con fecha 6 de junio de 1914); 2) Comunicación (copia) de A. W. Hooker a Adolfo Díaz con fecha 8 de julio de 1915; 3) Carta de José Solórzano Díaz (firma ilegible) al presidente Adolfo Díaz, con fecha 4 de octubre de 1915.

El primero es un informe del Cónsul de los Estados Unidos en Bluefields a su Gobierno sobre la situación del territorio, y, en particular, sobre la factibilidad del separatismo y de sus antecedentes. Consiste en un impreso de cuatro páginas incompleto, que contiene trece consideraciones (la decimatercera incompleta) sobre los agravantes políticos, económicos, fiscales y culturales que tienen los habitantes de la Costa al tener ligada su suerte a Nicaragua, y, por tanto, se justifican los intentos de separación. El segundo es una carta impresa dirigida por el señor Hooker al presidente Adolfo Díaz, en donde hace algunos comentarios sobre el documento anterior calificado como “el informe que el señor cónsul de los Estados Unidos enviaba al Departamento de Estado sobre la cuestión de la separación de la Costa”, la cual, según Hooker, coincide con disturbios en la localidad de Sands.

Finalmente, el tercero consiste en una carta manuscrita que dirige José Solórzano Díaz al presidente Adolfo Díaz, con fecha 4 de octubre de 1915, en la que informa sobre la situación de Cabo Gracias a Dios, y donde da entender que hubo desórdenes que involucraron al ex Rey mosco Henry Clarence, a quien tomaron prisionero. Pero don José, quien es un funcionario y pariente cercano del Presidente, revela entre otros detalles el modo de pensar de la elite criolla del Pacífico sobre la población originaria de la Costa, vista de forma despectiva y como seres inferiores: “El tal Rey es un pobre hombre que se ve forzado a hacer la ley entre los indios y a castigarlos a manera bárbara y sin justicia a su misma gente no respetando autoridades nicaragüenses”.

Era muy difícil que a escasos veinte años de haberse realizado la incorporación de la región por la fuerza (en 1894), por el Pacífico, que las etnias costeñas: misquitos, criollos y sumos no siguieran apegándose a su sistemas de valores ancestrales, y resistieran a través de diversos mecanismos la dominación de los “españoles” del Pacífico.

En estas circunstancias se entrelazaban distintos elementos, como la presencia de inversionistas y compañías extranjeras, principalmente norteamericanas, que desde el período de Zelaya habían iniciado la explotación intensiva de los recursos naturales como las maderas, el caucho, la minería; además, los comerciantes jamaiquinos, que junto a políticos inescrupulosos aprovecharon el estado de descontento de la población para avivar los sentimientos de rechazo a los gobiernos del Pacífico por parte de la población autóctona de la región.

En los documentos también quedan en evidencia las posturas de los políticos opositores a Zelaya --el trío Díaz, Chamorro y Estrada-- entre 1909 y 1910, quienes en un primer momento pensaron seriamente en declarar independiente la Costa Atlántica en aras de preservar sus intereses partidistas en alianza con Estados Unidos, sin embargo, cambiaron de idea cuando las fuerzas de Zelaya fueron derrotadas en El Recreo, y fue entonces que decidieron llevar la contrarrevolución conservadora al interior de Nicaragua.

Pero el principal aporte de estos documentos y de otras fuentes es que dan pistas a los estudiosos e interesados en el tema para descubrir, interpretar los distintos movimientos separatistas, sociales y políticos de la Región, que caminaron paralelos a los acontecimientos del Pacífico, pero que deben ser estudiados desde la perspectiva de la población costeña. Finalmente, hemos de pedir disculpas a los lectores porque por razones de espacio tan sólo daremos a conocer el primer documento titulado en su presentación original como “Traducción”, que es tal como sigue en las siguientes líneas.


Traducción
Blufields, Nicaragua, Junio 6 de 1914
Sobre el deseo de la mayoría de los habitantes de la carta propuesta de su separación de la Republica de Nicaragua a favor de establecer un gobierno independiente.

Tengo el honor de referirme al telegrama en cifra del departamento, puesto a las 3 p.m. del 29 de mayo, por el cual recibí instrucciones para informar confidencialmente sobre cualquier movimiento que hubiere tendiente a la separación de la Costa Mosquita de la Republica de Nicaragua, con la mira de establecer un gobierno independiente. En contestación telegrafíe el 2 del corriente a las 3 p.m. que había al presente un movimiento organizado y que el informe iría por el próximo correo.

Tengo ahora el honor de informar del que sigue:

1º provino la idea primeramente de Diaz y de Estrada en 1909 y 1910 y la declaración de independencia fue escrita y hubiera sido firmada si las fuerzas de Zelaya no hubieran sido derrotadas tan decisivamente en El Recreo, entonces viendo Chamorro y Mena las posibilidades de triunfar en el interior se decidieron en contra de la separación y de tal modo condujeron los sucesos que dio resultado la exclusión de Estrada en todo puesto con ejercicio de poder en el movimiento revolucionario, Estrada simpatizaba entonces y simpatiza ahora con aquel movimiento.

2º La idea de la separación de la Costa se hace cada día mas popular debido al evidente antagonismo entre la prensa y el Congreso en el interior con la Costa (como se llama el litoral oriental). Muchos Nicaragüenses que eran antes opuestos a la separación ahora advocan la medida con calor y si anteriormente se consideraba esta idea popularizada con los negros de habla inglesa (localmente conocidos por elemento criollo) la independencia de la costa ha venido a generalizarse en todas las razas.

3º El elemento extranjero que ve la inutilidad en esperar una legislación que mejore las condiciones de la Costa esta a favor del movimiento aun cuando no tome parte en el los gremios de mineros y agricultores, generalizados y perturbados en sus trabajos por insignificantes empleadillos nombrados a lejanos distritos por el gobierno están a favor de cualquier cambio y ven en el gobierno independiente de la Costa un cambio que se ve verdadero y no temporal. A los empleados enviados a los lejanos distritos no les paga el gobierno y sus únicos medios de vida son el robo a consciencia y el recurso a todas las maneras de enredos técnicos y subterfugios de la ley. Los a gricultores y mineros no tienen alivio alguno y finalmente tienen que inclinarse hasta lo inevitable, el pago.

4º La justicia es una farsa, temerosas andan las empresas extranjeras y los particulares de someter sus asuntos a las Cortes, obstáculos de todas suertes surgen de los numerosos empleados que abruman a las oficinas del gobiernos y la justicia si alguna vez se hace.

5º Las regiones de la Costa y el Interior están geográficamente divididas. La comunicación con la capital es siempre difícil. Los habitantes del interior conocen tanto las condiciones de la Costa Atlántica como pueden conocerla la mayor parte los extranjeros habitantes de la Costa Occidental del lago. Nada se sabe del pequeño territorio que si tiene una veinteava parte de la población total de Nicaragua aporta dos quintos de venta nacional.

6º El presupuesto es con mucho excesivo de lo que realmente se requeriría si las oficinas del gobierno y las Cortes estuvieran bien administradas. Esto lo mismo que los otros hechos mencionados influye mucho para que haya en el pueblo descontento por el gobierno de Managua.

7º Con todo y que los gastos de la administración van mucho más allá de lo que debieran, esta región cuenta, de sus ingresos de aduana, con más que suficiente . Pero las entradas en las aduanas de Blufields, Cabo gracias a Dios, Laguna de perlas se trasladan prontamente a Managua dejándose sin pagar a los empleados por meses.

8º No se han cancelado las deudas contraídas con la Revolución de Estrada, no son ellas reclamaciones de guerra, si no recibos dados por el sub tesorero durante el régimen de Estrada, por dinero y especias suplidas a la Revolución, y sueldos de empleados de los años 1909 – 1910 – 1911 – 1912. Las reclamaciones de guerra que fueron presentadas aquí por una nombrada para este objeto hace cerca de 4 años fueron de nuevo sometidas por otra revisión por la comisión mixta de reclamaciones. Muy pocas han sido pagadas y la gran mayoría de ellas no han sido ni siquiera estudiadas y falladas, esto a causado mucho desagrado por que muchos que habían tratado de arreglar sus deudas son acreedores extranjeros sobre todo evidencias de la deuda reconocidas por Nicaragua no han podido llevar a cabo ningún arreglo por que no saben siquiera si sus documentos son validos para no hablar del pago final.

9º Las maquinaciones de los varios artículos políticos han desalentado y disgustado al pueblo de la Costa. La Costa es esencialmente extraña a la política y el pueblo parece animado de un verdadero deseo de trabajo y de progreso, eliminando de su consideración tanto del liberalismo como del conservatismo.

10º La cuestión sobre la religión es un factor en la situación. Los mosquitos y criollos son protestantes, mientras que el partido conservador tal como hoy aparece en sus varias agrupaciones como elemento dominador es ortodoxo, católico y romano.

11º El pueblo de la costa se inclina amigablemente hacia Adolfo diaz pero se ve claramente que está en la incapacidad de hacer nada por ellos como ellos saben que quería hacerlo debido a la antipatía que los círculos de los Cuadra y los Chamorro en el partido conservador tienen por la costa y su pueblo. Ve el pueblo un retroceso al Zelayismo en el País, toda vez que hombres como Irías como Ugarte y otros que estuvieran íntimamente asociados con Zelaya dominan en el partido liberal. Agustín Chamorro conservador que goza hoy de tan poderosa influencia en Managua fue también uno de los beneficiados por Zelaya. Este temor al regreso del Zelayismo lo que ha propiciado el movimiento separatista.

12º La opinión general es que cualquier cambio en el gobierno de Managua (el cual es incompetente para ayudar a la Costa) tendrá que ser para lo peor, es probable que una revolución resulte inmediatamente de algún modo después de cualquier cambio en el personal de Gobierno.

13º Se cree generalmente que la retirada de los marines de …



Fuentes utilizadas
1.- En el segundo documento Hooker da a entender que fue él quien lo hizo llegar a Presidente Adolfo Díaz y aclara que no fue posible obtener la última página razón por la cual está incompleto. Traducción (de informe del cónsul norteamericano en Bluefields). Bluefields, 6 de junio de 1914 Impreso 2 folios. 4 páginas. Documento Nº 27 de la Carpeta Nº 2 del Fondo Patrimonial de la BBCN.

2.- Copia de comunicación de A. W. Hooker a Adolfo Díaz sobre los movimientos separatistas de la Costa. Bluefields, 8 de julio de 1915. Impreso 1 folio. 1 página. Documento Nº 46 de la Carpeta Nº 2 del Fondo Patrimonial de la BBCN.

3.- Carta de José Solórzano Díaz (firma ilegible) al Presidente Adolfo Díaz. Referente a los sucesos de Cabo Gracias a Dios, la medición de tierras y los problemas con los negros criollos. Bluefields, 4 de octubre de 1915. Manuscrito. 4 folios. 7 páginas. Documento Nº 64 de la Carpeta Nº 3 del Fondo Patrimonial de la BBCN.

Fuentes Consultadas

1.- CIERA. La Mosquitia en la Revolución. (s.p.i.) Managua, 1981.

2.- Romero V Germán. Historia de la Costa Atlántica. CIDCA –UCA. Managua 1996.

3.- Smutko, Gregorio. La Mosquitia. Historia y Cultura de la Costa Atlántica. Colección Costeña, Managua, 1988

(*) Investigador del Banco Central de Nicaragua y Miembro de la Academia de Geografía
e Historia de Nicaragua

Las Mujeres en el Pequeño Ejército Loco (1927-1933)






Como en otros eventos de la Historia del país, hubo una participación destacada de las mujeres en la guerra de liberación del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional EDSN y el Gral. Sandino. Sin embargo, aun cuando hay muchos estudios de nacionales y extranjeros sobre esta gesta heroica, es válido acotar que hasta ahora no se ha hecho un estudio sistematizado de la participación femenil en esta gesta, lo más de las veces hay breves menciones en algunos documentos. No se dio una recopilación oral, que pudo haberse realizado cuando las sobrevivientes (en su mayoría campesinas analfabetas) estaban vivas. Lo cual obviamente era difícil de acometer, cuando se encontraban en el poder, los protagonistas de la orgía sangrienta que siguió al 21 de febrero de 1934, es decir el mismo Somoza García y sus hijos: los Somozas Debayle. Y sobre todo, cuando muchos de los sobrevivientes sandinistas, incluidas las mujeres se involucraron en la lucha contra el mismo sistema.


No es si no hasta después de la caída del somocismo, en la década de los ochenta en que escritoras como Margaret Randall, llamaron la atención con algunos trabajos sobre las mujeres en el EDSN. Sin embargo, una ojeada a los trabajos históricos permite ver que no se ha realizado un estudio sistematizado de la participación femenil en el ejército de Sandino.

Las mujeres en la obra de José Román
Mucho se ha centrado en la atención en Blanca Aráuz y Teresa Villatoro, a quienes no se les pueden negar sus méritos. En la misma documentación publicada del héroe (cartas, comunicados, etc.) las menciones a las mujeres son escasas. No obstante fue en las entrevistas ocurridas en el periodo de desmovilización de 1933, antes de su asesinato, el mismo Sandino exalta el rol de la mujer en su lucha. En la entrevista concedida en 1933 a José Román, el autor de Maldito País, el héroe dedica buena parte de sus párrafos a la participación de la mujer. Comienza con una mención a Gabriela Mistral cuando asegura: En el ala femenina, Gabriela Mistral es la abanderada nombrada por aclamación benemérita del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional” (Román 2007 175-176). Debe recordarse que la poetisa chilena y Premio Nóbel de literatura fue uno de los primeros artistas e intelectuales que le dio su apoyo en el mundo y fue quien calificó a sus huestes como el Pequeño Ejército Loco.

En esta misma entrevista recalca el héroe, entre otras cosas, las siguientes Los actos de heroísmo de las mujeres que colaboraron en el ejército no sólo son muchísimos, sino que además la mayoría requieren largas historias para explicar los sacrificios que sufrirían (sufrieron) y los peligros que enfrentaron por amor a la patria y todas, campesinas, maestras de escuela, enfermeras, amas de casa aún señoritas de de sociedad, rindieron servicio sin los cuales nuestra guerra no hubiera sido posible. De todas estas mujeres y sus actos heroicos guardamos minucioso detalle en el archivo. Tras este párrafo que pudiera considerarse introductorio, el héroe continúa describiendo ejemplos de mujeres colaboradoras del ejército.

Por el momento debo al menos mencionar las siguientes:

Blanca Aráuz de Sandino. No porque sea mi esposa, sino porque en los servicios de enlace que nos prestó como telegrafista, son imponderables. Además en la última etapa de la guerra sirvió como secretaria privada mía.

Señora Juana Cruz.. Tenía una cantina en Jinotega y cambiaba licor por tiros con los guardias y obtenía información confidencial con los marinos por medio de sus muchachas adiestradas. También fue una importante directora de correo y espionaje en la región. No sólo no cobraba por sus servicios sino que ayudaba económicamente (…).

Señora Tiburcia García Otero. Natural del Cua, donde poseía una hacienda grande que fue destruida, al igual que sus hijos según ella misma contó, por los aviones y tropas de los marinos. La destrucción fue tan bárbara que no dejaron un perro vivo. Además, le aterraron el pozo.

Desde entonces se volvió gran partidaria nuestra. Fue encarcelada y vapuleada en la penitenciaría de Managua por órdenes de Moncada, para que dijera sobre mí pero esa mujer prefirió la tortura y la muerte si fuese necesario. No lograron sacarle nada, y muy enferma tuvieron que sacarla de la cárcel, lo que aprovechó para escaparse para Costa Rica. Luego dando una gran vuelta por Honduras volvió al ejército a servir de cocinera, enfermera y lavandera (Román2007p175-177).

Las Mujeres deben incorporarse a la Historia Patria

Sandino coloca en su relato tres ejemplos concretos pero insiste en la participación masiva de la mujer. Pero además reitera la necesidad de rescatar la historia de la participación femenil en su gesta. Oportunamente me encargaré de una publicación especial para rendirle a estas mujeres el homenaje que merecen, pues sus nombres y sus hechos constituyen una verdadera gloria para Nicaragua y deben incorporarse a la Historia Patria...(Román 2007. P.177)
Está demás recalcar que Sandino no pudo lograr este objetivo dado su asesinato en la fecha señalada, y debe de recordarse que muerto Sandino su archivo se convirtió en un objetivo del enemigo y gran parte del mismo fue a parar a manos del dictador Somoza García y la GN, los que además de utilizar la información para reprimir a quienes aparecían en los documentos, procedieron a destruir las huellas de su legado, entre éstas la participación de la mujer. Pero si en los tiempos actuales le tomamos la palabra a la idea y preocupación del Gral. Sandino, creemos que es posible al menos rescatar los nombres y los aportes de las mujeres en el EDSN. Utilizando documentación de la época y las fuentes orales. Esto último, por supuesto es imposible realizarlo con las participantes directas, porque en su mayoría ya fallecieron, pero sí se puede hacer con sus descendientes.

La huella imborrable de la mujer
Sin pretenderlo, en el mismo rescate de la historia reciente, encontramos las huellas de la masiva participación femenil en el EDSN. Los cuadros del FSLN en su proceso organizativo en la zona Norte recurrieron a contactar a veteranos sandinistas y se encontró con ancianas que también habían participado en la gesta de 1927 a 1933. Ejemplo de ello fue la célebre Amanda Aguilar (Petrona Hernández), de las mujeres del Cuá, cuya ancianidad no le impidió ser mancillada y torturada por la GN en 1968, fue cocinera y colaboradora del General Sandino entre 1928 y1933. Filomena Soza, indígena de la comarca El Pire, de Madriz (abuela del combatiente Salvador Loza Talavera) fue también cocinera y lavandera del ejército, desde los tiempos de San Albino, a esta lista podemos agregar a María López, Ramona Loza, Susana y Angélica Vallecillo, de la comarca de Rodeo Grande, en el Departamento de Estelí.

También hubo mujeres que no eran precisamente de origen campesino, como doña Dolores Ramos Munguía, poetisa y feminista, comerciante y dueña de vastas extensiones de tierra en el departamento de Madriz, quien fue hasta detenida por las autoridades norteamericanas, al ser descubierta su colaboración (La Boletina Nº 77.p.2-8). De este mismo departamento no se puede desconocer tampoco la participación de Hilda Uclé, quien fuera compañera de vida de un hermano del Coronel. Rufo Marín. “Emilia” (cuyo nombre y apellidos siguen en el anonimato) quien, según los datos suministrados por Román pertenecía a una de las familias más acomodadas de Estelí, no sólo fue enfermera del Gral. Sandino, sino participante en combates contra los interventores (Román 2007p.234-236). Este mismo informante notó la presencia de mulatas de Puerto Cabezas, en los campamentos (Román 2007.p.193-194).

La persecución contra las fuerzas desmovilizadas de Sandino después de 1934 también dejó en evidencia la presencia de la mujer. En un combate en la comarca de Wina, Jinotega el 1º de abril de 1934 fueron hechas prisioneras tres mujeres, incluida la esposa del General Juan Pablo Umanzor. El 10 de abril de este mismo año se reporta la muerte del general sandinista José Lagos, dos soldados y dos mujeres; Al momento de la captura y asesinato del General Abraham Rivera a las orillas del Río Coco fueron ejecutadas seis mujeres, entre ellas la joven Angelita González, en quien se ensañaron, al atribuirle ser la compañera de vida del Gral. Sandino, en el Campamento de Wiwilí, tras la muerte de su esposa en junio de 1933 (Informes de la GN 1933-1934p.211-213).

Tras esta breve reseña sólo nos resta agregar que el reto que tienen por delante los investigadores es el rescate de la participación de las mujeres en esta gesta para cumplir con uno de los sueños de Sandino: “rendirles el homenaje que se merecen, pues sus nombres y sus hechos constituyen una verdadera gloria para Nicaragua y la Historia Patria.

Fuentes consultadas:
1- Matagalpa, Juan. Sandino. Los Somoza y los nueve comandantes. Honduras Industrial S. A.

2- Román , José . Maldito País. Colección Amerrisque. Managua,2007
3- Informe anual de la Guardia Nacional de Nicaragua, durante el año fiscal del 1º de octubre de de 1933 al 30 de septiembre de 1934.

4- Revista Boletina Nº 77. Managua, marzo de 2010.

5 - Conversación con Salvador Loza Talavera. Managua , Los Arcos, 26 de febrero de 2010

*Historiador e investigador de la Biblioteca del Banco Central de Nicaragua
Miembro de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua

casanovmra@yahoo.com