sábado, 6 de junio de 2009

La persecución al EDSN tras la muerte del Gral. Sandino.


Por : Rafael Casanova Fuertes (*)

Con la retirada de los marines y los acuerdos de paz en febrero de 1933, entre el Gobierno de l Presidente Sacasa y el Gral. Sandino, la naciente Guardia Nacional, imposibilitada de batir a las tropas del EDSN en la guerra antiintervencionista, empezó a elaborar distintos planes para tratar de liquidar físicamente a Sandino y lanzar una ofensiva contra sus fuerzas aprovechando que tras los mencionados pactos, estas quedarían desarmadas. En otras palabras se trataba ejecutar una cobarde ejecución masiva y selectiva, además del asesinato del héroe. En este afán estaban coludidos el Jefe director de la GN Somoza García y el embajador norteamericano Arthur Bliss Blane.

En sus memorias el ex –Teniente I Abelardo Cuadra recuerda que a pocos días de firmado el armisticio en febrero cuando se encontraba de servicio en el Capitán GN Gabriel Castillo le solicitó 15 guardias para aumentar el contingente que atacaría y asesinaría a Sandino en el campamento de Saraguazca, Castillo (quien recibía órdenes inmediatas de Rigoberto Reyes y este a su vez de Somoza) fracasó en su intentona criminal al ser repelido por los custodias del campamento sufriendo numerosas bajas efectivas y el mismo resultó con una herida en el rostro.(1)
En los documentos oficiales de la época (tales como los informes anuales de la Guardia Nacional ubicados la sección de Patrimonio de la Biblioteca del Banco Central) es abundante la descripción sobre las operaciones de la GN contra las fuerzas de Sandino preparadas desde antes del 21 de febrero de 1934. Todo esto en contraste con la posición de los mandos e integrantes del EDSN que respetuosos de los acuerdos aguardaban confiados los resultados de las conversaciones de Managua. Las descripciones, además de acomodadas a la versión de la GN, demuestra que estos desconocieron totalmente los acuerdos del 2 de febrero de 1933 razonaron como que estaban en posición beligerante contra otro ejército, por tanto no iban a permitir el cumplimiento de los acuerdos Sacasa – Sandino realizados en la misma fatídica noche del 21 de febrero.

En el informe de 1933- 1934 narran entre otras cosas las siguientes: el ataque de una patrulla GN en Las Pilas León a un grupo de “bandoleros” el día 8 de febrero de 1934 en este reportan dos bajas sin sufrir ninguna la GN. Es notorio de que esto se dio 13 días antes del 21 de febrero. Pero la operación más connotada y preparada con mucho cuidado y tiempo de antelación fue el ataque a Wiwilí. El 27 de febrero según los mismos informes a las 10.00 p.m., un contingente de centenas de guardias al mando del Coronel Rigoberto Reyes atacó por sorpresa el campamento, informan de 22 muertos de no haber sufrido ninguna baja, sin detallar por supuesto de que la mayoría de las bajas eran mujeres y niños porque salvo el resguardo de 100 hombres armados el resto del campamento eran campesinos desarmados y familiares (niños y mujeres) de los soldados y oficiales del EDSN. Los mismos informes nos hablan claro de esto el 1° de abril tras un combate en Wuina, fueron hechas prisioneras 3 mujeres incluida la esposa del Gral. Umanzor ; en un combate el 10 de abril en Caño Guiso mueren el General sandinista José lagos dos soldados y dos mujeres.(2) Hasta agosto de este año los reportes oficiales GN están llenos de datos de esta labor de “limpieza” en las montañas segovianas.

La contraposición de otras versiones como la del ex GN Edmundo Delgado nos indican que la misma fue hecha al estilo de sus maestros la marinería yanqui, quienes durante la intervención asesinaban indiscriminadamente a los prisioneros sin importarles de que se tratara de mujeres niños etc. En este mismo reporte se dice de que el 1° de mayo de este mismo año iban a recibir las armas que serían entregadas por el coronel Abraham Rivera pero estas en manos de un subordinado, Coronado Maradiaga sirvieron emboscar a la patrulla GN, al mando del Capitán Callejas. La GN al responder el fuego causó dos muertos a los “bandoleros” entre ellos al propio Rivera “la Guardia” como sucedió la mayor parte de las veces “no tuvo bajas”.(3)

El relato de Delgado un implacable perseguidor de la gente de Sandino y que hasta su muerte no dio ninguna muestra de arrepentimiento, es totalmente distinto “Como dos o tres meses después de la muerte de Sandino, cuando apresaron al Coronel Abraham Rivera un pequeño grupo de cómo de seis personas ( a excepción de Rivera, todas mujeres) fue asesinado por la guardia nacionales en un lugar que se llama Playa Hermosa, a la orilla del Río Coco entre Wiwilí y la desembocadura del Río Poteca”. Sigue diciendo en su relato el Ex – GN que en este grupo los guardias se ensañaron con la joven Angelita Gonzáles a quienes ellos, atribuían haber sido la compañera de vida del Gral. Sandino en el campamento de Wiwilí.(Matagalpa1984 p.188).(4)

En síntesis el coronel Rivera quien logra escapar de la celada criminal del 1° de mayo, días después se rinde para proteger la vida de los (las) civiles y confiando quizás en las garantías que exacerbadamente ofrecían los mandos GN –y se jactan de ofrecerlas en los documentos- se entregó pero de todas maneras fue asesinado junto al resto de acompañantes. Igual suerte corrieron en distintas circunstancias sandinistas que estaban alejados del campamento haciendo vida normal con sus familiares o presos arbitrariamente como el caso del General José León Díaz sacado de la cárcel de Ocotal para ser ejecutado en los alrededores de este población ; el Coronel Marcial Rivera muerto en septiembre de 1936 (Informe de la GN de 1936 – 1937). Nunca se supo exactamente la cantidad exacta. incluso hasta los nombres de los victimados en esta cacería criminal que se prolongó hasta la década de 1960. En lo adelante los sobrevivientes del EDSN tuvieron entre sus alternativas: vender cara su vida en caso de ser localizados, retirarse y resguardarse en territorio hondureño o permanecer en lo mas profundo de las zonas montañosas del país como fue el caso de Pedro Altamirano quien permaneció hasta su muerte a traición en 1936 entre Las Segovias y la Costa Atlántica.


Los autores de estos hechos según esta misma fuente el coronel Rigoberto Reyes y el mayor Alberto Baca sobredimensionaron y se jactaron de los crímenes porque así “a la guardia le iban a tener miedo”(Matagalpa, Honduras Industrial. Tegucigalpa 1984 p.261), el tiempo le dio la razón a la afirmación de estos oficiales, porque uno de los mecanismos que sostuvieron al a dictadura somocista fue el terror criminal implantado por la Guardia Nacional desde la noche fatídica del 21 de febrero de 1934 hasta julio de 1979.

En la aclaración de estos hechos es valioso el uso de estas fuentes por su carácter primario siempre y cuando su explotación este sometida a la crítica y su comparación con otros documentos también de carácter primario.

Citas Bibliográficas.
1-(Cuadra, Abelardo Hombre del Caribe. San José C.R. EDUCA,1981 p.96-97).
2- Informe Anual de la Guardia Nacional de Nicaragua. Durante el año fiscal del 1° de octubre de 1933 al 30 de setiembre de 1934.p. 211-212.
3-ibidem p212-213
4- Matagalpa ,Juan (seudónimo de Edmundo Delgado) Sandino .Los Somoza y los Nueve Comandantes. Honduras Industrial S. A.1984 p.188

(*Historiador de la sala de Investigadores de la Biblioteca del Banco Central de Nicaragua



1 comentario:

Unknown dijo...

Excelente artículo compañero Casanova.