viernes, 25 de junio de 2010

La Desaparición de la FARN

Rafael Casanova Fuertes*

END - 19:27 - 24/06/2010


En fecha 12 junio de 1969 se dio a conocer en gran portada a través de los diarios principales del país la existencia de una nueva organización político-militar, con lo que se aclaraban y justificaban las masivas capturas realizadas principalmente en el Occidente del país por la OSN, las fotos de los involucrados y sus declaraciones (jóvenes entre 17 y 21 años de edad) eran parte del hit propagandístico del aparato represivo. El Jefe de la OSN, Samuel Genie, dio por aclarado el secuestro realizado días atrás, del hacendado chinandegano Aquileo Venerio Plazaola y el frustrado intento de extorsión al también propietario chinandegano Pablo Ubilla.

En noviembre del año pasado en el artículo “Las FARN de Nicaragua”, publicado en END, extrajimos de la invisibilidad a esta organización, hechos conectados con la misma, así como también a algunos de sus protagonistas, como Jacinto Baca Jerez, considerado el máximo dirigente de las FARN. Todo esto ha sido parte de un proceso reconstructivo que incluye la revisión de fuentes periódicas y principalmente nuestro involucramiento en el proyecto de rescate oral “Archivo de la Palabra” de la Biblioteca del BCN, que nos ha permitido entrevistar a algunos de los sobrevivientes de los hechos.

Ahora, vamos a abordar un aspecto que implicó muchas especulaciones y se considera hasta hoy como una incógnita al hecho de que una organización que -según los informes del enemigo y los hechos- tuvo una estructura y connotación nacional, haya desaparecido del escenario político sin -aparentemente- dejar huellas.

Entre los principales ejes especulativos que se manejaron (y se manejan) sobre el particular, estuvieron los siguientes:
a) Al caer Jacinto Baca, desaparecieron las FARN.

b) El PSN hizo desaparecer las FARN.

A la luz de las entrevistas y conversaciones con sobrevivientes de esta experiencia, se puede arribar a ciertas conclusiones:
a) Es cierto que las FARN se debilitaron con la caída de Jacinto Baca Jerez, porque era un dirigente que había logrado gran carisma en la organización. Su muerte causó desconcierto e incertidumbre y la dirigencia de las FARN no tuvo capacidad de asimilar su caída. Fue evidente que algunos de sus connotados militantes y colaboradores, al perder los contactos, pasaron al FSLN, entre estos, Manrique Arteaga, Leonardo Real Espinales y Edwin Meléndez. Esto no se puede comprender si no se sabe qué pasaba en esos años en lo interno de la reorganización gestora de este brazo armado: el Partido Socialista Nicaragüense, lo que nos enviaría al segundo eje especulativo que se manejó.

b) Este período fue de grandes problemas internos en ese partido que, por supuesto, trascendieron en la experiencia del experimento armado. Desde la renuncia, primero de Álvaro Ramírez en 1968 como Secretario General, y después la de Onofre Guevara, en julio de 1969, agregado a la muerte de Jacinto, en noviembre de 1969, el ala radical del PSN entró en un proceso de declive. Como resultado de esto, la dirección la asumió Luis Sánchez Sancho, quien en la voz del mismo Onofre, años después, vino a reencauchar poco a poco las concepciones y prácticas conservadoras que se creían superadas con la salida de Pérez Estrada y de los hermanos Lorío, en 1967. Éste no fue un paso brusco en esas circunstancias; Sánchez -quien al poco tiempo de asumir la dirección es encarcelado- no habló de oponerse a la lucha armada abiertamente. Pero, desde entonces, empieza a propagar la idea de que la forma en que se está llevando a cabo la lucha armada con las FARN era aventurera, “que había que preparar seriamente la lucha armada”, que la aventura podía obrar en el liquidacionismo. A su salida de la cárcel en 1971, ésta, entre otras, fue la idea que muy sutilmente se propagó entre cuadros y militantes del PSN hasta plantearse abiertamente en una reunión plenaria en este mismo año.

En auxilio de esta situación, ocurrieron otros hechos, como fueron: el encarcelamiento de uno de los principales dirigentes: César Cortés Téllez, quien a la vez fue su expulsado de las filas del PSN por razones disciplinarias; la acusación contra Abdul Sirker, quien había salido clandestino para la Unión Soviética, de ser agente de la CIA. Esta acusación, propagada por los expulsados hermanos Lorío y Manuel Pérez Estrada, a pesar de que resultó ser a todas luces infundada, tuvo serias consecuencias en la imagen de Sirker entre las bases del PSN y de las FARN. A su regreso, además de ser detenido por la OSN, tras su cautiverio, ya no retornó ni a dirigir la Comisión Militar, ni a reactivar el aparato armado, ni al mismo partido.

Por esos años, falleció otro de los grandes impulsores del brazo armado: el doctor Nicolás Arrieta. Otros dirigentes del aparato armado fueron ubicados en actividades legales, o fueron enviados al exterior (URSS) como fue el caso de Roger Cabezas. Otros cuadros o militantes que no se incorporaron a las estructuras del FSLN, pasaron a ser fundadores de pequeñas fuerzas de izquierda (como Isidro Téllez y Pablo Martínez en el Movimiento de Acción Popular). Es decir, que la tendencia radical se debilitó y la idea de las FARN se vino diluyendo.

La tendencia de Luis Sánchez Sancho se fortaleció en la dirección del partido; en la práctica, ésta no pasó a preparar seriamente la lucha armada como lo predicó el mismo Sánchez, sino que, por el contrario, se produjo un acercamiento con fuerzas de la oposición burguesa (CON, UDEL, etcétera). Por esos años, contradictoriamente, el PSN incrementó su influencia en el movimiento sindical (principalmente en el sector de construcciones) logrando espacios nunca antes alcanzados.

A fines de 1975, siendo responsable de la Comisión Especial (Militar) Álvaro Montoya Lara, se convocó a un pleno extraordinario de la Comisión Política del partido, donde hubo un fuerte reclamo por el abandono del trabajo militar y se tomó la decisión de retomarlo. El no cumplimiento de este acuerdo – entre otros problemas de funcionamiento- condujo a una nueva división entre 1976-77 entre los radicales dirigidos por los doctores Julio Briceño-Álvaro Ramírez, y los conservadores por Sánchez. Todo lo cual, forma parte de otra historia.

En síntesis, el ala radical se debilitó de manera tal manera en los años 1969-1972, que la tendencia conservadora desde la dirección del partido logró debilitar el brazo armado, al extremo de hacerlo desaparecer. Los radicales tendrían que acumular fuerzas para dar un último empuje, hasta 1975. Entonces a las FARN, el que la hizo desaparecer no fue el partido como tal, sino la tendencia conservadora.

En estas circunstancias, el FSLN como organización político-militar, tras los golpes sufridos entre 1967 y 1969, planteó la estrategia de acumulación de fuerzas en silencio, asimilando los restos de la estructura y logística de la desaparecida FARN, principalmente en Occidente. No siendo, por lo tanto, inútil los esfuerzos del ala radical del PSN y de Jacinto Baca Jerez, en tanto favorecieron el desarrollo y fortalecimiento del FSLN en esta región.


Próximamente: cómo se produjo la muerte de Jacinto Baca Jerez.

Fuentes Periódicas.

La Prensa y Novedades entre mayo de 1969 y abril de 1970.

Fuentes Orales

Entrevistas a: Roger Cabezas Gómez, Abdul Sirker, Jorge Galo Espinoza, César Cortez Téllez y Álvaro Ramírez González.

Conversaciones con: Rubén Jiménez, Juan Isabel Galeano, Francisco Brenes, Adolfo Espinoza, Abdul Sirker y Guillermo Baltodano.


*Historiador de la Sala de Investigadores de la BBCN

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domingo, 20 de junio de 2010

El pensamiento político-filosófico en Nicaragua. Las corrientes dominantes en los siglos XX y XXI.


Por: Rafael Casanova Fuertes*

Introducción.

El pensamiento político-filosófico en lo interno de Nicaragua tiene sus fuentes originarias en los esfuerzos que realizan los constructores del Estado en el siglo XIX, quienes tras la independencia se abocaron a tratar de llenar el vacío de poder dejado por España en 1821. Esto trajo como resultado la conformación de tendencias o corrientes políticas, cuyos dirigentes tuvieron como principales referentes las ideas de la ilustración francesa y otras corrientes de la época, es en estas circunstancias en donde emergieron las principales fuerzas políticas: el conservatismo y el liberalismo que se proyectaron (y se proyectan) a lo largo de la historia, a través de distintas variables y mutaciones.

Posteriormente a en las primeras décadas y segunda mitad del siglo XX surgieron otras corrientes tales como: el Nacionalismo Revolucionario de Sandino, el Socialismo, principalmente el identificado con el Marxismo- leninismo, el Socialcristianismo y el Sandinismo. Cada una de estas corrientes surgió en circunstancias muy particulares y tuvieron tanto puntos de confluencia, situaciones paralelas como de abierta confrontación. Aunque es válido aclarar que en las particularidades de Nicaragua, fueron escasos los espacios de contraposición de ideas en escenarios cívicos.

En la presente exposición vamos a desarrollar los elementos puntuales de cada una de estas corrientes. Necesario es advertir de que no se trata de un estudio exhaustivo, sino de una propuesta que se debe desarrollar y complementar con estudios posteriores. En concordancia con el orden anterior la primera corriente a presentar será el liberalismo como replica del conservatismo que más que una corriente ideológica fue un modo de ser político. En secuencia continuará el nacionalismo revolucionario de Sandino y sucesivamente las tendencias socialistas, socialcristiana y sandinista.

EL Liberalismo.

Aún cuando desde antes de 1821 hubo entre algunos criollos y capas medias ilustradas una fuerte influencia de la ilustración y del liberalismo, no es sino hasta mediados del siglo XIX en que se manifestaron propuestas de carácter liberal en una de las facciones políticas. Se considera como fundadores del liberalismo a los caudillos Francisco Castellón, Francisco Baca y Máximo Jerez. Algunas fuentes establecen una relación entre la formación del Club Masónico de León en 1845 y el surgimiento de las ideas liberales. Un referente que conduce a su vez imprimirle un origen localista, como reacción al conservatismo que tuvo como cuna a la ciudad rival de León: Granada.

Empero es en los treinta años conservadores (1858-1893) en que se empieza a utilizar el término liberal y también de la existencia formal de un partido Liberal como oponente del Partido Conservador, que empezó a detentar el poder a partir de 1858. El liberalismo como fuerza de oposición cívica en estos años, pasó a ocupar el poder político en 1893 por la vía de las armas en lo que se conoce como la Revolución Liberal encabezada por el Gral. José Santos Zelaya. Una contrarrevolución conservadora apoyada moral y materialmente por los EE. UU. liquidó el experimento reformista del Gral. Zelaya, permitiendo el retorno del conservatismo al poder.

El desgaste del modelo interventor norteamericano que siguió al derrumbe del liberalismo entre los años de 1910 y 1928, en la segunda República Conservadora provocó en 1926 1927 la conocida guerra civil constitucionalista y después la guerra de Sandino entre 1927 y 1933. La nueva intervención norteamericana iniciada en 1927 posibilitó el ascenso del liberalismo al poder las elecciones supervigiladas por los marines, en el año de 1928. Con José María Moncada se inició una especie de transición de un liberalismo desgastado del nacionalismo reformista de Zelaya en tanto asumió la cobija norteamericana para gobernar el país, sustituyendo el rol que desde 1910 jugaron los conservadores, para que en 1936 por medio de un violento golpe de Estado -al también liberal Juan B. sacasa- surgiera la Dictadura dinástica de los Somoza.

El modelo dictatorial bajo la bandera del liberalismo gobernó hasta 1979 en que una también violenta insurrección armada la echó del poder. En el lapso dictatorial como fuerzas de oposición surgieron otras organizaciones liberales que guardaron distancia del liberalismo somocista. Primero en 1944 el Partido Liberal Independiente (PLI) y después en 1967-1968, el Movimiento Liberal Constitucionalista (MLC). Ambos reclamaron representar los verdaderos principios del liberalismo usurpados por el somocismo. Pero en la práctica no lograron prosperar y estuvieron apegadas a alianzas opositoras

Durante el gobierno de los 10 años del FSLN cuando las fuerzas opositoras obtuvieron un nivel de relativo crecimiento aprovechando los espacios establecidos en este sistema y el desgaste económico del proyecto sandinista las corrientes liberales como las mencionadas(PLI, PLIUN, PALI) lograron ser grupos políticos beligerantes. Pero fue tras la derrota electoral del Frente Sandinista en 1990 por la alianza opositora UNO, en que una de estas fracciones particularmente el MLC convertido en el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) en que se convirtió en una propuesta política relevante y que pasó a acceder al gobierno entre los años de 1996 y 2001. en el periodo presidencial del Ingeniero Enrique Bolaños Geyer, se produjo una división en las filas liberales al ser enjuiciado el líder del PLC Dr. Arnoldo Alemán Lacayo. Aún así estas fuerza política con sus expresiones además del PLC la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) siguen teniendo un fuerte consenso en la escena política.

En términos ideológicos y filosóficos ¿cuales han sido sus principales proyecciones? El liberalismo desde su fundación en el siglo XIX fue un vasto defensor de los derechos y libertad de pensamiento del Estado y la educación laica, del sufragio electoral, del funcionamiento del equilibrio de poderes. Cada una de las etapas en que estuvo en el poder puso en práctica estos elementos aunque de una manera contradictoria: Con Zelaya se decretó la constitución política mas amplia en cuanto a libertades públicas pero en la práctica Zelaya no respeto por ejemplo lo colocado y rubricado como legal en la carta constitucional sino que por el contrario, el mismo se hizo reelegir sucesivamente en la presidencia gobernando durante 16 años. Los liberales de 1928 en adelante los gobernantes liberales primero con Moncada y reafirmado con los Somoza abandonaron el nacionalismo de tiempos de Zelaya y se sometieron a los dictados de la política global norteamericana.

El elemento doctrinario decimonónico del siglo XIX tiene valores que los va entremezclar Zelaya con el positivismo. Los liberales también hicieron suyo el centroamericanismo o unión centroamericana, idea que había sido bandera de los liberales decimonónicos de Centroamérica, a lo largo del siglo XIX.

Dentro de la lógica modernizante y a la vez doctrinaria El liberalismo zelayista implantó el laicismo, es decir la separación iglesia- estado, y por ende la educación laica, la libertad de cultos; en el campo económico la agro exportación, la disolución de las tierras comunales y las comunidades indígenas en beneficio de la ampliación de los latifundios privados; Zelaya en su tiempo histórico fue mas allá de lo que reivindicaban los liberales de la segunda mitad del siglo XIX con respecto al apoyo de la inmigración europea vista como fuente de desarrollo porque Zelaya no solo apoyó y estimuló la inmigración europea, sino mas que eso, la inversión de capitales era fuente de desarrollo, espacio que fue aprovechado por los capitales norteamericanos en los inicios de su Gobierno y que sería fuente conflictos en las postrimerías de su administración. En esto último fue cuando a su liberalismo le imprimió el conocido contenido nacionalista de su proyecto que lo llevo a chocar con los intereses de los capitales N. A. y después con los intereses estratégicos del mismo EE. UU. al tratar de construir el Canal Interoceánico con potencias extracontinentales.

El liberalismo en su retorno al poder a la sombra de la intervención en 1928 en contraste con esta política, adoptó la concepción del americanismo conservador es decir ser intermediarios de la dominación norteamericana como garante del orden interno y del desarrollo económico social, y cultural del país. Este breve lapso o transitorio hacia la Dictadura de los Somoza concluyó con el golpe de Estado de 1936 dirigido contra el Presidente Juan Bautista Sacasa.

Con la Dictadura de los Somoza no varió esta concepción de mantenerse bajo la tutela norteamericana, aún cuando siguieron llamando liberal nacionalista, pero Somoza García retomó el militarismo de Zelaya al ser apoyado por la GN creada por los Estados Unidos y se montó en la onda modernizante, que siguió a la segunda Guerra Mundial. También asimiló los dotes caudillescos de sus antecesores, a ello que habría que agregarle sus prácticas social demagógicas, principalmente en la década de los cuarenta al participar en manifestaciones encabezando mítines y marchas obreras. Durante la larga administración de los Somoza, como tendencia general no se puede hablar de construcción ideológica desde la perspectiva del Estado, sino de una visión práctica de sostenimiento del poder por la vía de la fuerza y la coerción militar y la política como un recurso meramente formal.

Con el advenimiento al poder de la nueva y última administración liberal en los años noventa del siglo XX y las fuerzas que actualmente asumen el liberalismo como denominación, se presentan ante el espectro político como un liberalismo pragmático que asimila el neoliberalismo como práctica administrativa del Estado es decir la privatización reducción del gasto público, reducción del Estado. Por otro lado procuran mantener alianza con sectores conservadores de la las iglesias católicas y protestantes. El neoliberalismo como tal fue una corriente que surge como una reacción a la intervención del Estado en el desarrollo económico de un país. En Nicaragua surge como una práctica en los años noventa a partir de la derrota del Frente Sandinista en las elecciones de 1990, en que se consideró como errónea y paternalista las políticas sociales del sistema Sandinista. Esto se dio con el ascenso al poder de Violeta Barios de Chamorro y tuvo continuidad durante la administración liberal del Dr. Arnoldo Alemán y la del Ing. Enrique Bolaños Geyer.

Entre las medidas que tomaron estuvieron: la reducción del Estado, la eliminación de los subsidios en la educación y la salud, la privatización de los servicios básicos y la privatización en manos de particulares (extranjeros y nacionales) de todas las propiedades estatales. En síntesis en la práctica el nuevo liberalismo en sus distintas expresiones guarda una distancia singular del liberalismo histórico. Aunque para ser justos con esta corriente es necesario agregar que han sustentado en esencia elementos básicos de las teorías del liberalismo histórico tales como la existencia e independencia de los poderes del Estado, las libertades de organización, de reunión y de Prensa.

El Conservatismo.

Se considera a esta corriente como la ideología de la oligarquía heredera del colonialismo español, pero más que una expresión ideológica, fue un modo de ser político. En el siglo XIX: contraponían los valores hispánicos de los que ellos concebían ser sus herederos, a las doctrinas radicales de la ilustración francesa y de los independentistas norteamericanos aunque si asimilaron las propuestas de Louis Quesnay para tratar de adaptarlas a la realidad nicaragüense. Esto se refleja en la obra de Pedro Francisco de la Rocha en donde planteaban la división de la Sociedad en tres clases: la propietaria, la productora y la estéril. A mediados del siglo XIX sin embargo apostaron a la modalidad de las reformas graduales que pusieron en práctica en la primer república conservadora, muchas de estas medidas de carácter económico y social, fueron parte de las demandas de sus rivales del liberalismo, salvo aspectos medulares que mantuvieron hasta su caída en 1893 tales como fueron el concordato con la educación religiosa (aún cuando propiciaron en ciertos espacios el ingreso y del liberalismo- positivista) las reformas que impulsaron fueron de contenidos liberales, sobre todo en la década de los ochenta del siglo XIX .

Mas desde fines de este mismo siglo pero sobre todo en las primeras décadas del siglo XX, como reacción al reformismo nacionalista de Zelaya sus ideólogos Adolfo Díaz y Carlos Cuadra Pasos asumieron y pusieron en práctica lo que dieron en llamar el “americanismo” que en esencia significaba la aceptación de la dominación norteamericana como un medio de procurar el desarrollo económico y social del país, sin importar que estos asumieran el control económico, político y militar del territorio y la región latinoamericana. Nicaragua pasó a partir de 1910 a ser una especie de protectorado y los conservadores sus sátrapas modernos. Posteriormente asumieron como propios también los preceptos anticomunistas de la Guerra Fría lo que los llevó a los pactos colaboracionistas con Somoza García.

Esta visión predominó hasta la década de 1950 bajo la conducción del caudillo Emiliano Chamorro y va ser desechada por una nueva generación fuertemente influida por las nuevas corrientes contemporáneas que prendieron en la Juventud Conservadora: El Social cristianismo y la Socialdemocracia.

Con respecto a esta nueva etapa, cuando esta generación trató de imprimirle al conservatismo preceptos de esta naturaleza y la Juventud conservadora logró colocar al caudillo Fernando Agüero Rocha, no pudo romper con las concepciones tradicionales del conservatismo, aún cuando Agüero logró imponer en su programa, propuestas de carácter social que lo convirtieron en un atractivo para los sectores populares, el Partido no asumió en las décadas de los años sesenta setenta y ochenta una concepción ideológica. En los años de 1980 el jefe de una de las tantas fracciones en que se dividió, el Dr. Rafael Córdova Rivas dijo en un tono de explicar la conducta histórica del Partido Conservador: “el Partido Conservador ha sido un ladrón de ideologías”, y no el portador de una cohesión y propuesta político ideológica.

Hacia 1970 tras la derrota fraudulenta de 1967 el conservatismo entró en un proceso de decadencia y se dividió en varias fracciones, un sector encabezado por el mismo Agüero, escogió el Pacto con el Somocismo en 1971 de esta se desprendió el “paguaguismo”, dirigida por Edmundo Paguaga Irías en 1973. Estas prácticas justificadas en la necesidad de que “el pueblo tuviera una representación ante el sistema” fue una continuidad de lo que en su tiempo hicieron los caudillos Carlos Cuadra Pasos(1948) y Emiliano Chamorro (1950).

El rol más beligerante lo jugó el periodista Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, quien por esta misma época fue el impulsor de la unidad opositora desde la fracción Acción Nacional Conservadora. Sus valientes denuncias sobre los abusos y crímenes del somocismo le costaron la vida en enero de 1978. En esta dirección Chamorro dio un paso trascendental al coincidir y aceptar por primera vez en las alianzas opositoras (CON,UDEL, etc.), la presencia de los comunistas nicaragüenses (del PSN) y las centrales obreras mas importantes (la CGT.i. socialista y la CTN socialcristiana). Todo esto devenía sobre todo del rol beligerante que habían venido jugando principalmente los primeros en las vastas huelgas (de la Construcción y hospitalarias entre 1973 y 1974). Su trascendencia no se comprendería, sino se estudian debidamente los sistemas de alianzas cerradas y prácticas sectarias y llenas de prejuicios anticomunistas de sus predecesores.

Chamorro según algunos colaboradores cercanos de estos días, había venido asimilando posiciones socialdemócratas. Debe de recordarse al respecto que tanto él como José Figueres Ferrer guardaron una estrecha relación con el dirigente socialdemócrata venezolano Carlos Andrés Pérez. Pero esto debería ser objeto de un estudio más detenido y cuidadoso.

En los últimos años, el conservatismo al igual que otras corrientes se continuó dividiendo, sus fracciones optaron por distintas vías: acercamiento y colaboración con el sandinismo de los ochenta; acercamiento con la oposición interna y externa al mismo sandinismo. Apoyo y oposición a los Gobierno de Violeta Barrios, Arnoldo Alemán y Enrique Bolaños en los años noventa y dos mil. Quienes aún levantan la bandera del conservatismo actualmente optan por este pragmatismo, sin que ostenten una posición ideológica determinada.

El Nacionalismo Revolucionario de Sandino.

El pensamiento nacional revolucionario o sandinismo de la primera etapa como suelen llamarlo, tuvo su propia expresión entre los años de 1927 y 1934 y como es lógico estuvo representado por la figura de Augusto Nicolás Calderón Sandino, quien pasó a la historia como Augusto César Sandino. Las propuestas políticas y su pensamiento–como se conoce- no fueron elaboradas y ordenadas en un cómodo escritorio, sino que fueron producto de encontrarle una explicación racional a la acción política directa que ejecutaron el y sus hombres contra la intervención norteamericana entre los años señalados. Tanto su pensamiento y su acción constituyen hasta ahora uno de los acontecimientos mas atractivos para distintos tipos de estudiosos nacionales y extranjeros, siendo por tanto una de las corrientes mas estudiadas no solo por lo ya mencionado anteriormente sino por su trascendencia en años posteriores, como referente principal del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Sandino pasa a ser también parte de la simbología del Subcontinente a la par de Bolívar, el Che y Martí.

Sandino se inscribió como la tercera alternativa ante el desgaste político de las dos fuerzas paralelas mencionadas anteriormente y asumió la representación de las amplias mayorías en términos sociales y lo más conocido la defensa de la soberanía nacional con su Ejército Defensor de la Soberanía Nacional (EDSN). Su pensamiento, reflexiones y propuestas políticas, están recogidos en cartas, comunicados y manifiestos. Según el escritor Sergio Ramírez Mercado hay tres elementos básicos en el pensamiento de Sandino: su carácter antiimperialista, su carácter anti oligárquico y como consecuencia su concepto de justicia social.

Hasta aquí cabe preguntarnos ¿como se configuró el pensamiento de Sandino en sus distintas dimensiones? En primer lugar en relación al antiimperialismo, Sandino tuvo como referencia inmediata al liberalismo nacionalista de Zelaya en cuya tradición había crecido desde su infancia, hemos de recordar la versión que da sobre la muerte de Benjamín Zeledón en 1912 y la impresión que le causó contemplar su cadáver en Catarina. Es decir que cuando Sandino se empapa de las ideas nacionalistas mexicanas en su éxodo no hace más que reforzar lo que ya ha vivido en su mundo empírico.

Ya en el terreno en 1927 llega a la conclusión que los hijos del pueblo estaban sin directores, que los dirigentes liberales y conservadores eran una bola de cobardes y canallas. Aquí establece un vínculo entre lo primero y lo segundo es decir que quienes tienen que dirigir y asumir la lucha contra la intervención tienen que ser los obreros y campesinos y no los representantes de la oligarquía. Pero esta naturaleza anti oligárquica lo plasma principalmente cuando asegura: por mis venas circula más que cualquiera otra, la sangre india americana… Esta expresión que puede parecer más que discursiva y que ha sido pasada por alto por los historiadores, cuanto encierra, si analizamos según los nuevos estudios del especialista Jeffrey Gould aún cuando en los censos se invisibilizó, la gran proporción de la población indígena que evidente mente era representativa en la región donde nació y creció Sandino, esta era la mano de obra productiva, explotada en las grandes haciendas y los núcleos urbanos. Es decir que Sandino esta claro de la clase social a la que pertenece, ostenta en esta declaración su orgullo étnico y social. En las demás dimensiones está la marca de su pensamiento y arraigo social, por ejemplo el habla de la unidad popular centroamericana y en el espectro latinoamericano en su manifiesto a los obreros del campo y la ciudad de Nicaragua y América Latina: La clase trabajadora de América Latina sufre una doble explotación: la del imperialismo, principalmente el yanque y la de las burguesías nativas o sea los capitalistas nacionales explotadores:

De aquí se desprende la fuerte influencia que tuvieron también las ideas socialistas en sus distintas variables (anarquista, marxista, etc.)en su estadía en México y de su relación con militantes comunistas como el salvadoreño Farabundo Martí. En Sandino se presentan también claramente la influencia del panamericanismo, bolivariano y del morazanismo centroamericano. Tampoco se pueden ignorar el peso que tenían en esos años la masonería y la teosofía

Sin embargo la visión de Sandino no fue sectaria, fue un revolucionario de su tiempo, que respondió certeramente a las contradicciones de la coyuntura política que le tocó vivir. Esto se demostró en sus diferencias con el dirigente comunista mexicano Laborde, quien quería que Sandino lanzara una declaración contra el Gobierno mexicano, porque aún cuando este Gobierno no había cumplido su compromiso de ayudarle con recursos económicos y avituallamiento, para continuar la lucha en las Segovias, tuvo claridad de que su guerra contra la intervención norteamericana requería del concurso no solo de los comunistas sino de un conglomerado más amplio de personalidades y sectores que rechazaban la intervención y habían estado apoyando su lucha contra el Imperio. Aún cuando tenía omnipresente el tercer elemento que es la justicia social. En esta dirección es válido destacar finalmente la influencia de las ideas de la Comuna Universal espiritualista fundada por el Argentino Joaquín Trincado.

Los de la comuna, concebían, entre otras cosas la necesidad de construir un sistema comunista racionalista como parte de una misión espiritual para lo cual algunos sujetos humanos estaban predestinados. La ignorancia de los postulados de esta escuela en los intelectuales y políticos de Nicaragua y en la población en general fue usada para tratar de presentar a Sandino como un desquiciado tal como se reflejó en los argumentos de Somoza García y Bolaños Geyer.

Dentro de la lógica de esta escuela en el mundo combatían los espíritus de la luz (guiados y protegidos por Dios) que trataban de redimir al mundo destruir la injusticia y crear un reino de fraternidad e igualdad y los espíritus negros que luchaban por preservar la injusticia, el egoísmo, la codicia y la opresión del hombre por el hombre (La Burguesía el imperialismo). En una carta Sandino expresaba al respecto lo siguiente:

Aquí estoy dedicado a la fundación de una sociedad de ayuda mutua y fraternidad universal; quiero poner mi grano de arena en pro de la emancipación y bienestar social de la clase trabajadora que como UD. bien sabe ha sido siempre explotada y mal vista por la burocrática burguesía.

En una carta a Abraham Rivera decía: “De manera que la injusticia desaparecerá de la tierra y solamente triunfará la justicia” (Ramírez 1984 p.147)

Esto último recalca lo que algunos historiadores conservadores tratan de ignorar Sandino tuvo una propuesta política y social desde su propia perspectiva. Es válido destacar que el tiene claro lo que es una propuesta estratégica a largo plazo y las tareas inmediatas del corto plazo, esto es lo que lo lleva a los acuerdos de paz de 1933, como un medio de priorizar y darle respuesta a lo inmediato con la idea de recurrir a las formas políticas para acumular fuerzas para que en el futuro, pudiera poner en práctica su proyecto político alternativo al de las paralelas históricas.

El Obrerismo-Socialista- Marxista.

Hasta ahora, salvo los trabajos del historiador norteamericano Jeffrey Gould poco conocidos en el país (Amigos mortales enemigos peligrosos(1944-1946) y por su resistencia y pericia : las relaciones laborales en el ingenio de San Antonio (1912-1936) las obras de Guevara-Perez Bermúdez y la tesis de Gustavo Mayorga, los estudios serios sobre esta corriente son casi inexistentes, lo mas que hacen los autores que mencionan algunos hechos concatenados al socialismo marxista, lo hacen a partir de fuentes secundarias, pero sobre todo en las que predominan los criterios negativos que se vertieron en tiempos polémicos por parte de los rivales político-ideológicos de la misma. El desarrollo de las ideas marxistas estuvo íntimamente vinculado al también surgimiento del movimiento sindical. Por tanto el nacimiento del primer partido obrero como el segundo partido obrero se dio en el marco de relativos auges de la lucha sindical. Comenzaremos con un breve esbozo del primer partido en proclamarse Marxista leninista, el Partido Socialista Nicaragüense.

El Partido Socialista Nicaragüense (en lo adelante PSN) tuvo como punto de partida oficial el 3 de julio de 1944, aunque su proceso gestativo se inició en 1939 y se pueden señalar como fuentes de su formación los artesanos y obreros progresistas que sobrevivieron a la experiencia organizativa del primer partido obrero socialista el Partido Trabajador Nicaragüense (PTN) que existió entre los años de 1931 y 1938. Este núcleo que sumaba menos de una decena de integrantes se refugió en Costa Rica y bajo la sombra de los comunistas costarricenses del partido Vanguardia Popular Costarricense dirigidos por Manuel Mora Valverde y Arnoldo Ferreto, formaron el núcleo inicial de quienes asumirían como tales la formación del segundo partido obrero aunque con la connotación de llamarse marxistas-leninistas. Además de ello con esta lógica de divulgar las ideas socialistas, organizar a los sectores populares y prepararlos estratégicamente para la toma del poder político por parte de “la clase obrera”.

A su retorno al país en los inicios de 1940 los novatos comunistas coincidieron con otro grupo de dirigentes que ya trabajaban tanto en la gestación del movimiento sindical así como en la creación de un órgano de difusión de la clase obrera el diario “Hoy”. Los socialistas realizaron un proceso organizativo en la década de 1940 hasta la gran represión de 1948 que culminó con el encarcelamiento de 80 dirigentes y 300 militantes del PSN en todo el país con lo concluyó según uno de sus estudiosos esta primera etapa del en la historia del Partido. El dictador Somoza García dentro de sus aires social demagógicos se hizo de la vista gorda de la labor de sus dirigentes y activistas, mientras trató de controlarlos. Más, cuando esto se hizo imposible, influido por las políticas anticomunistas de Guerra Fría procedió a reprimirlos, violentamente.

Los socialistas de esta generación si bien lograron avances muy importantes en el proceso organizativo de las masas y que se presentaron como los primeros marxistas leninistas, y que tuvieron logros, entre los que se pueden mencionar la divulgación de las ideas socialistas en un amplio segmento de la población. Sin embargo no definieron un programa de lucha claro de lucha y definir de igual modo los métodos correctos para ejecutar en términos estratégicos, la toma del poder político por parte de los trabajadores y su “partido de clase” Su inmadurez política no le permitió impulsar una correcta política de alianzas. En la coyuntura de julio de 1944 por ejemplo su no participación en las movilizaciones políticas anti dictatoriales, se expresó como un apoyo tácito al dictador, lo que fue aprovechado por la oposición conservadora para endilgarles el cliché de colaboracionistas. Aunque cabe destacar, de que quienes encabezaron estos movimientos fueron conservadores tradicionales, quienes mezclaban consignas antisomocistas, con consignas anticomunistas dirigidas también contra el naciente movimiento obrero. Aunque el PSN participó en los años 1946,1947 y 1948 en unidad con otras fuerzas antisomocistas en movimientos políticos y conspiraciones armadas, no se lograron superar por parte de los dirigentes opositores, incluido los del PLI, los prejuicios anticomunistas y antipesenistas, que por la falta de estudios sobre el particular influyen todavía en algunos escritores contemporáneos.

Por otro lado, el PSN también siguió las formas organizativas artesanales de los demás partidos, ejemplo las organizaciones de bases eran los “Comités de barrio” integrados por decenas de personas y a pesar de no ser legales funcionaban de forma casi abierta en sus reuniones y actividades, la integración según lo reconocen fuentes de la misma embajada norteamericana fue numerosa (de mas de 1.000 miembros) pero carecía de selectividad . Tras la represión del año señalado, el PSN redujo su cantidad de militantes y realizó en lo adelante una forma mas cerrada y selectiva de su organización interna y procurando reorganizar a los sectores populares (Guevara y Pérez ,1985; (Entrevista a Efraín Rodríguez Vanegas San José Costa Rica 5 de abril de 1994)).

En la segunda oleada organizativa que se inició entre los años de 1957 y 1959 en que surgió una nueva generación de dirigentes y activistas, quienes empezaron a romper con los viejos métodos artesanales de trabajo de los dirigentes de los años de 1940. Pero fue sobre todo la influencia de la Revolución Cubana en enero de 1959 la que incidió sustancialmente en un cambio de mentalidad y estilo, en las formas de actuar y de pensar de la nueva generación de revolucionarios socialistas. Aunque en lo interno de Nicaragua hubo una especie de despertar a partir de movimientos como la liga de inquilinos y las huelgas de chóferes y de zapateros a partir de 1957. El auge revolucionario se expresó a través de movimientos guerrilleros, juveniles, huelgas obreras, masivas manifestaciones. Además del crecimiento de sindicatos y federaciones de trabajadores, se inició el proceso de organización del movimiento campesino, además del femenil.

En medio de esta situación surge con la influencia del embajador cubano Quintín Pino Machado la Juventud Patriótica Nicaragüense (JPN). Esta organización que logra extenderse por todos los rincones del país va a ser de corta duración (1959-1960) al disolverse va a convertirse en la nutriente de dos organizaciones revolucionarias. 1º del naciente Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y del ya existente PSN.

En estas circunstancias el PSN se va a nutrir del elementos jóvenes que van a desarrollar mas agresividad no solo en las tareas organizativas, sino también que empiezan a plantearse la necesidad de proponerse nuevos métodos de lucha para derrotar a la dictadura. El PSN a su vez logró un tendido organizativo en la mayoría de los departamentos del país.

Los elementos jóvenes que pasan a las filas del PSN van a reforzar a quienes desde dentro de las estructuras del Partido tienen una posición diferente, al grupo dirigente tradicional, entre estos se pueden señalar a: Rigoberto Palma, Abdul Sirker, Nicolás Arrieta, Julio Briceño Dávila, Adolfo Everts Vélez, César Cortés Téllez, Álvaro Montoya Lara, Guillermo y Félix Baltodano Serrano, Roberto Arévalo, Roger Cabezas, Álvaro Ramírez González. Algunos como Everts, Palma y Cortez habían sido participantes en experiencias armadas recientes como las guerrillas del Chaparral y la de Julio Alonso Leclair. Se dio el caso de elementos como Abdul Sirker que había sido preparados militarmente en Cuba e ingresado al país en 1960. Este grupo que puede considerarse el ala radical del PSN va a presionar primero y después en 1967, va a romper con el grupo conservador que conservaba el control de la dirección del Partido. Entre estos se pueden mencionar a Manuel Pérez Estrada (Srio General), los hermanos Augusto y Ramón Lorío, Miguel Ángel Flores, Eliseo Altamirano y Ariel Bravo Lorío.

El destino de este grupo que se vino reduciendo con la retirada de posterior de los Lorío y Pérez Estrada y su no reconocimiento internacional a unas decenas de militantes que integrarían primero el Partido Obrero Socialista Nicaragüense (POSN) y en 1970 bajo la dirección de Eliseo Altamirano fundaron el Partido Comunista de Nicaragua(PC de N) cuya actividad se restringió al trabajo sindical algunos talleres artesanales de la capital a través de la Central de Acción y Unidad Sindical (CAUS), fracasando en su intento de infiltrar los sindicatos mas fuertes en el Pacifico-centro, que siguieron siendo controlados por los socialistas.

En manos del ala radical, los socialistas dirigida primero por Álvaro Ramírez y después por Onofre Guevara experimentaron con la actividad armada a través de lo que se conoció como Fuerzas Armadas Revolucionarias de Nicaragua (FARN). Esta era concebida como un brazo armado que no debería desnaturalizar el eje fundamental de la estrategia del partido sustentado en el trabajo político-organizativo de las masas para educarlas y prepararlas para la toma del poder. Con la caída de Jacinto Baca Jerez, el jefe de operaciones militares de esta organización, en 1969, el partido fue objeto de una vasta represión, que se prolongó hasta 1971. Todo esto propició el ascenso de Luis Sánchez Sancho, representante de una nueva tendencia conservadora a la dirección del Partido quienes asumieron la lucha armada era una aventura y procedieron a desmantelar las FARN.

El PSN reorientó su trabajo hacia los gremios logrando colocarse a la cabeza de grandes eventos como la gran huelga de la construcción en 1973 y su participación en la huelga hospitalaria de 1974, a través de la CGT (i). Por esta misma época también impulsó una ágil política de alianzas con sectores antisomocistas.

Hacia 1976-77 se produjo una nueva división cuando sobrevivientes del Ala radical lograron una buena correlación y plantearon la reorientación de la estrategia del Partido. El PSN dividido en dos fracciones llego así hasta 1979 conservando el mismo nombre y las mismas siglas, pero con dos programas y prácticas distintas. El grupo de Sánchez siguió priorizando la organización gremial y la alianza con la burguesía opositora y el ala radical encabezada primero por Julio Briceño y después por Álvaro Ramírez fundaron en 1978 un nuevo brazo armado que llamaron Organización Militar del Pueblo (OMP) y tras un acercamiento con el FSLN se fusionaron con el mismo desapareciendo del escenario político como tal. Mientras que la otra fracción, la de Sánchez, siguió existiendo, primero como aliada del proyecto sandinista y después en la oposición hasta 1990, tuvieron representantes en la Asamblea Nacional. Tras el Gobierno de la UNO entraron en un proceso de disolución dividiéndose en distintas fracciones que subsisten hasta el día de hoy.

Otras agrupaciones identificadas con el marxismo como el mencionado PC de N, El Movimiento de Acción Popular (MAP), El Partido Trabajador Nicaragüense (PRT de filiación troskquista) lograron aprovechar los espacios de los años ochenta para tener un crecimiento relativo. Pero a partir de de los años noventa se redujeron al mínimo o desaparecieron.

Como una especie de síntesis es necesario señalar cuales podrían ser los aportes que hicieron estas denominaciones en menor o mayor grado, en el desarrollo del pensamiento político nicaragüense. Amén de que se carece casi totalmente de estudios serenos y equilibrados sobre toda la izquierda no sandinista, se puede asegurar: que es evidente, que fueron los socialistas los primeros en divulgar las ideas redentoras del socialismo en Nicaragua (De Carlos Fonseca a Doris Tijerino Haslam).

Que fue también esta fuerza política a partir de ser la primera el principal semillero de todas las fuerzas de izquierda del País siendo el principal beneficiado el FSLN.

Que fue el trabajo paralelo en escenarios ajenos a la lucha armada de los socialistas y de las otras tendencias marxistas, las que alimentaron al FSLN y le permitieron encontrar bases sociales politizadas tanto en la insurrección armada antisomocista, como en la ejecución del proyecto revolucionario de los años ochenta.

Que hacen falta estudios de campo que permitan conocer y divulgar las propuesta s que hicieron en su tiempo histórico intelectuales de esta corriente como Alejandro Dávila Bolaños, Nicolás Arrieta y otros, que se merecen como tales un lugar en la historia

Amarú Barahona sostiene en sus estudios sobre historia contemporánea que la expresión política autónoma de las clases populares (desde el inicio de la 2ª generación dinástica hasta 1971) giró en torno a dos organizaciones políticas: el partido socialista Nicaragüense (PSN) y el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).(Barahona 1987 p.70) Las relaciones entre ambas organizaciones nunca fueron las mejores porque aunque ambas se identificaban como marxistas leninistas, la primera le dio énfasis al trabajo político-organizativo como medio de acumulación de fuerzas consideró la lucha armada como el fin

Socialcristianos.

Tiene sus raíces en el siglo XIX cuando hay un renacimiento del tomismo a través del neotomismo influida por las encíclicas papales, pero se expresó principalmente en la idea de Thomas Meyer de fundar el socialismo cristiano. Pero se le atribuye a Jacques Maritain el papel de divulgador en Europa y América Latina. Lo que dio como resultado el surgimiento de los partidos demócratas cristianos en los países industriales de Europa en la primera mitad del siglo XX.

Según algunos estudiosos surgió como una alternativa intermedia entre el socialismo y el capitalismo. Su proyecto político reivindicó el socialismo comunitario que en la práctica debería conducir a una sociedad armónica con participación de obreros y empresarios convencidos de la cooperación entre capital trabajo. Condenaban tanto el individualismo egoísta del capitalismo como el materialismo ateo de “los comunistas”, posteriormente con el surgimiento del campo capitalista el sistema totalitario. Se expresó en América Latina como una expresión política de las clases medias, aunque incorporaron dentro de su proyecto la organización gremial de obreros y campesinos logrando ampliar su base social principalmente de carácter popular. Sin embargo en la medida en que se vino dando el desgaste político de las alternativas libero- conservadoras en la II mitad del siglo XX se vino integrando el sector empresarial.

El socialcristianismo o los democristianos lograron importantes espacios de poder al presentarse grandes posibilidades en países como Chile, Venezuela, Costa Rica, Guatemala y El Salvador, logrando ocupar el poder en sucesivos periodos presidenciales. Esta alternativa entró en proceso de desgaste hacia los años 70 y 80 al producirse contradicciones entre la puesta en práctica de su proyecto comunitario y las realidades concretas de estos países logrando éxitos muy parciales en Chile, Venezuela, etc. Pronto se produjo la división entre sectores de las capas medias influidos por la teología de la liberación que se orientaron hacia la izquierda ( MAPU en Chile) y los sectores empresariales que finalmente vinieron adoptando prácticas netamente conservadoras opuestos a las reformas sociales y nacionales (Frei Durante el Gobierno de Allende en los setenta y Duarte El Salvador en los años ochenta)

En Nicaragua los socialcristianos surgieron en el año de 1957 previos intentos de acarar o influir ideológicamente sobre el antiguo Partido Conservador, siendo sus principales fundadores Reinaldo Antonio Téfel Eduardo Rivas Gasteazoro, Orlando Robleto Gallo, Guillermo Córdova Rivas y Los jóvenes Manolo Morales peralta y Azarías Paredes. Hacia los años sesentas y setentas lograron penetrar los centros universitarios principalmente la UNAN a través del Frente Demócrata Cristiano logrando controlar la dirección del CUUN hasta 1970. De igual modo se introdujeron en la organización gremial de los trabajadores primero a través del Movimiento Obrero Autónomo Nicaragüense (MOSAN) y la Central de Trabajadores De Nicaragua (CTN). En lo político lograron en los años sesenta establecer un tendido organizativo en las principales ciudades del Pacífico-Centro del país.

Sin embargo la organización gremial logró cierto auge en los sesenta no logró expandirse lo suficiente como para disputarle los espacios de control que ya tenían tradicionalmente los socialistas, tales como los constructores, zapateros, etc. sus lideres carecieron de la debida agresividad para desafiar a la patronal y la represión militar (debe recordarse el asesinato de Lidia Maradiaga en 1964 por paramilitares en la zona rural de Chinandega) y aunque lograron organizar algunas fabricas no lograron introducirse a centros productivos como las minas y el campesinado.

En el ámbito político tampoco logro prosperar la idea primero de convertirse en la segunda fuerza política de Nicaragua en sustitución del Partido Conservador de Nicaragua en los años sesentas y setentas, para ser la fuerza dirigente antisomocista mas importante y alternativa del país; y segundo en los años ochenta su conversión en la alternativa centro política del anti sandinismo. En los subsiguientes años noventa y dos mil encontramos a un socialcristianismo dividido en varias fracciones y atomizaciones en distintas alianzas con grupos políticos eminentemente contradictorios identificado en términos populares por la representación y ubicación política de su respectivo líder (grupo de Agustín Jarquín, grupo de Clemente Guido, grupo de Azucena Ferrey).

Entre las limitaciones que incidieron en estos resultados se pueden tomar en cuenta las siguientes:

1 - fue muy difícil y para el socialcristianismo nicaragüense y otras fuerzas que trataron de plantearse como alternativas modernas en una colectividad clientelar y tradicional mas dispuesta a integrarse políticamente por padrinazgos y compadrazgos, que por un programa político.

2- Los socialcristianos cometieron errores políticos muy costosos jugando a ser alternativa política en 1971 recogiendo firmas para participar en la justa electoral amarrada por el Kupia–Kumi cuando mayoría de la oposición incluidas facciones del conservatismo había desdeñado prestarse a las farsas electorales con el somocismo. Su retiro de la alianza antisomocista UDEL en 1976 que lo condujo al fraccionamiento y relativo aislamiento, cuando erróneamente consideraron que se estaban prestando al juego oligárquico de Pedro Joaquín Chamorro y al fortalecimiento de los comunistas. Su papel de las elecciones de 1984, cuando en medio de la polarización política decidieron abstenerse perdiendo la posibilidad de captar el voto opositor y ganar un espacio político que le hubiera permitido tener buenas posiciones en el futuro. No disponer de la debida habilidad y cohesión para conservar la plaza edilicia de Managua, cedida al DR. Alemán con los resultados conocidos.

Exposición en el Seminario Taller “Pensamiento político-filosófico- Análisis histórico de su incidencia en el desarrollo nacional. 17 de Junio (CIELAC-UPOLI Y la Fundación Friedrich Ebert en América Central